Ante unas 5.000 personas que llenaban el Palacio Insular de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria, Rodríguez Zapatero arremetió contra quienes pretenden generar "inquietud, recelo" ante el fenómeno de la inmigración.

Se declaró abiertamente partidario de la inmigración legal y de repatriar a quienes llegan en condiciones irregulares, siempre con dignidad y con acuerdos con los países de origen y tránsito, como aseguró que se está consiguiendo en los últimos cuatro años.

"Pero, atención, siempre estaré enfrente de quien haga un discurso para excitar bajas pasiones, de xenofobia, porque detrás y antes de un inmigrante hay un ser humano con derechos", proclamó entre aplausos.

Denunció que el PP habla de ellos "como si fueran mercancía", utilizando el verbo "importar" para referirse a los trabajadores extranjeros y pretendiendo tratarlos como a "potenciales delincuentes" proponiendo que firmen un contrato de integración.

Quienes defienden eso "son los mismos que van todos los domingos a misa y dicen que comulgan. Vaya hipocresía y vaya fariseísmo", exclamó.

Rodríguez Zapatero aseguró que España, y especialmente Canarias, sabe que hay que tratar a los inmigrantes como aspiraban a ser tratados los españoles que décadas atrás buscaban su vida al otro lado del Atlántico o en otros países europeos.

EL "VOTO TRISTE" DE ELORRIAGA

Por ese motivo pidió a los canarios que den una lección democrática de voto masivo a quienes basan sus expectativas de victoria en la introducción de incertidumbre sobre la inmigración, la economía y los nacionalismos, como ha reconocido Gabriel Elorriaga en una entrevista a "Financial Times".

"Quienes esperan ganar por la abstención de la gente es que tienen muy poca confianza en la gente, en la democracia, y aún menos en ellos mismos. Yo quiero ganar con el voto de la mayoría, y con ninguna abstención, porque la democracia es más fuerte cuantos más votos haya", aseguró.

Pidió a los electores que voten "a quien quieran", pero que no se queden en casa, porque la abstención "es el voto más triste y éste es un país alegre, decidido, con ganas de futuro". Quienes pretenden ganar introduciendo miedo sobre el futuro, sentenció, "no conocen a la España libre y democrática, que no tiene miedo ni a la derecha, que ya es decir".

Rodríguez Zapatero defendió efusivamente a su ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, secretario general de los socialistas canarios y cabeza de lista al Congreso de los Diputados, de las críticas y los insultos proferidos contra él por el PP y Coalición Canaria, "el pacto de perdedores" suscrito tras las elecciones municipales y autonómicas.

A ninguna de esas dos formaciones les preocupa Canarias, sentenció el presidente, "lo que les preocupa es estar en el poder, en la poltrona, para manejar los hilos de esta tierra", a pesar de lo cual el Gobierno central, aseguró, mantendrá su compromiso con las islas.

Anunció, en este sentido, la creación en Gran Canaria de una oficina desde donde se gestionarán todas las iniciativas de la Unión Europea en las que tenga competencia el Gobierno central y que afecten a las islas como región ultraperiférica.

En la línea de Rodríguez Zapatero, López Aguilar pidió a sus conciudadanos que planten cara "a quienes practican un discurso pequeño e indigno, a quienes envían a Madrid a un padrinito medrador a poner la mano para que nos den cuatro perras".

Aunque los socialistas han contestado "con una sonrisa" a las "barbaridades" del PP sobre la inmigración, se mostró partidario de "ponerse serio" y responder en las urnas a las reflexiones del presidente del PP en las islas, José Manuel Soria, "que han desfondado los límites insondables de la bajeza moral del PP".