Rodríguez Zapatero abrió con su intervención las jornadas con las que Izquierda Socialista celebra este fin de semana el vigésimo aniversario e su constitución. Ante sus máximos representantes, el líder socialista reivindicó su "nueva forma de hacer política".

"Algunos han identificado eso con la predisposición, e, incluso, con la iniciativa de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas y con el Gobierno del PP. Os quiero decir que no es una estrategia, ni una táctica, ni un instrumento. Es una apuesta de fondo por la concepción de la democracia como espacio permanente de deliberación, de debate, de disputa, y por demostrar la capacidad e poner siempre los intereses de la sociedad por encima de cualquier otra consideración, si es para avanzar".

Es, además, prosiguió, "un compromiso de fondo para recuperar la credibilidad de la política, que es la única manera que tiene la izquierda de derrotar a la derecha en las urnas". Para ello, explicó, los ciudadanos deben ver una permanente coherencia entre lo que se defiende y lo que se hace.

"Eso tiene muy poco que ver con la dureza o la blandura, y mucho con la coherencia y con un proyeto que sabe cómo conseguir una España socialmente más digna, más justa, y con más capacidad de convivencia en la diversidad".

Rodríguez Zapatero comenzó su intervención dejando claro que la nueva dirección del PSOE no tiene "verdades absolutas ni dogmas", sino que está abierta a permanentes caminos de confluencia. Y, por eso, expresó su deseo de que la corriente interna se exprese "cómodamente" a la hora de formular sus aportaciones al proyecto socialista.

A todos ellos les garantizó más profundiación aún en la renovación interna del PSOE, en su modernización y en el refuerzo de sus mecanismos de participación. Todo ello, insistió, para lograr el objetivo del partido, que debe ser siempre responder a las necesidades de los ciudadanos.

En este sentido, se mostró "radical" en la lucha contra la violencia doméstica y en defensa de la igualdad de sexos, y defendió unos mejores servicios públicos, sobre todo sanitarios y educativos. En este punto, aseguró que el Gobierno ha demostrado, con su refoma de la Universidad, ser "sordo y torpe".

LOS INSTRUMENTOS Y LOS FINES

Al hablar de los valores que deben defender los socialistas, Rodríguez Zapatero alertó del riesgo de que la izquierda confunda instrumentos con fines, por ejemplo, al elaborar sus propuestas fiscales.

En este punto, aseguró que las últimas decisiones del Gobierno han demostrado que subir los impuestos "es labor de derechas", y se mostró convencido de que las reformas del IRPF son "un engaño" para los ciudadanos, especialmene para los más desfavorecidos.

Tras esta crítica al PP, el líder socialista alertó a la izquierda de que no caiga en la confusión entre instrumentos y fines, porque actualmente puede haber Estados "inmensos con enormes sectores públicos" que sean injustos para sus habitantes, y otros más razonables que apliquen mecanismos alternativos y logren una mayor libertad y solidaridad.

Para finalizar, Rodríguez Zapatero solicitó a Izquierda Socialista un permanente apoyo para que el proyecto del PSOE sea ealmente autónomo respecto de otros partidos o poderes, y garantizó a esta corriente que los próximos veinte años serán "mucho mejores" que los que ahora celebran.