Ambos se reunirán a partir de las 11.00 horas en La Moncloa en una entrevista marcada por la crisis económica y en la que los dos dirigentes políticos esperan aproximar posiciones, también en otros ámbitos.

La situación económica era la prioridad de Rajoy desde el primer momento y el presidente, aseguran fuentes gubernamentales, es consciente de que ese asunto es hoy por hoy uno de los que más preocupan a los ciudadanos.

En los últimos días desde el PSOE y desde el Gobierno han expresado la voluntad de generar un clima de entendimiento en este sentido, pero también han dejado claro su tesis de que el acuerdo "imprescindible" es con los agentes sociales, entre sindicatos y empresarios.

Han señalado también los "límites" de un acuerdo con el PP en materia económica: el mantenimiento de los derechos de los trabajadores, de las políticas sociales y de la inversión productiva.

Rajoy acude a la reunión tras la aprobación ayer de un decálogo que aplicarán los alcaldes del PP para garantizar la austeridad en las arcas municipales y que pasa, por ejemplo, por limitar los gastos de personal y burocráticos, impulsar planes de ahorro energético y fomentar la sostenibilidad de las finanzas públicas con iniciativas de rigor y control presupuestario.

Pero, además, el presidente del PP defenderá ante el presidente las medidas que el PP ya ha sometido a debate en el Congreso, y que incluyen, junto a esa austeridad, bajar impuestos a las pymes y aumentar deducciones fiscales a familias hipotecadas.

Desde el PP insisten en que las medidas aprobadas por su Gobierno en 1996 pueden inspirar las que ahora requiere la situación: recortes de gasto corriente para no tener que tocar las políticas sociales. Insisten en que es posible mantener el gasto social reduciendo impuestos, si se restringen los gastos corrientes de las administraciones.

TERRORISMO

Además de acercar posiciones en materia económica, el presidente espera que su reunión con Rajoy sirva para abrir un mejor clima de colaboración en la lucha contra el terrorismo.

En este campo, es previsible que Rajoy reitere su respaldo al Gobierno siempre que esa lucha se base en la aplicación de la ley.

Rajoy ofrecerá su apoyo al presidente para acometer medidas legales que contribuyan a garantizar los derechos de las víctimas, evitando por ejemplo que las calles lleven nombres de etarras o que un asesino como De Juana Chaos comparta vecindad con ellas.

La gran incógnita en este ámbito es si ambos sentarán las bases para un pacto más amplio que pueda incluir a los demás partidos democráticos con representación parlamentaria y que pudiera incluso hacerse explícito.

Desde el PP defienden que el pacto no tiene que ser necesariamente escrito, pero sí público y basado en la lucha legal contra ETA hasta su derrota, y sin negociaciones.

JUSTICIA

Ambas partes esperan también que de la reunión salga un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional, si no de nombres, al menos sí de criterios y de plazos para poder articularlo en el próximo periodo de sesiones, a partir de septiembre.

Ese acuerdo, insisten en Moncloa, es el primer paso para poder acometer con garantías de eficacia la necesaria modernización de la administración de Justicia, cuyas líneas generales deben ser avanzadas también por el presidente y el líder de la oposición.

Aunque ambos esperan acercar posiciones, mantienen también sus respectivos puntos de vista. El Gobierno insiste en renovar los cargos que ya han cumplido su mandato y el PP quiere comenzar por sustituir al magistrado del Tribunal Constitucional fallecido, Roberto García Calvo.

Otros asuntos de actualidad, como la financiación autonómica que negocian Gobierno y comunidades autónomas, estarán también sobre la mesa.