Zapatero, que participó hoy en Valladolid en un acto para presentar públicamente la Ley de Dependencia y la Ley de Igualdad, comenzó su intervención rindiendo homenaje a todas las asociaciones y familias que han luchado por la aprobación de estas normas que permitirán que "todos sean ciudadanos de primera".

Aseguró compartir la emoción del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, al hacer "leyes que pasarán a la historia del progreso de España" y dirigir "un equipo que está haciendo la política social más avanzada que se ha hecho nunca en la historia de España".

El presidente explicó que el concepto de patria está íntimamente ligado a las ideas de justicia, igualdad y solidaridad y que la Ley de Dependencia pretende cumplir esas tres condiciones y suplir la falta de sensibilidad que gobiernos anteriores no tuvieron. "Tratamos de abordar un problema, que algunos no tuvieron la sensibilidad ni el compromiso para hacerlo. Es una ley que permitirá que ninguna persona dependiente pierdan ningún derecho u oportunidad".

Ante un auditorio de más de 5.000 personas, Zapatero aseguró que los jóvenes de hoy van a vivir en un sociedad en la que "se haga tanto esfuerzo para sacar adelante a un niño con síndrome de down como a un superdotado". Para ello, el Ejecutivo quiere contar con "el concurso de las comunidades autónomas" que "son imprescindibles" para la aplicación de la Ley de Dependencia y les solicitó "colaboración y lealtad" para que apoyen la norma "y que, por una vez, no miren el color político del gobierno de España sino las necesidades de la gente".

"MILAGRO"

Zapatero explicó que la implantación de esta norma "llevará años" y requerirá "un buen gobierno, austero, eficaz y que administre bien". En ese sentido dijo que "este es el primer gobierno de la democracia que tiene superavit en las cuentas públicas". "Si esto les hubiera pasado a otros", dijo en referencia al PP, "estaríamos oyendo que es un milagro, pero no lo es. Es fruto del esfuerzo de los trabajadores".

Esas cuentas públicas saneadas son la garantía de que habrá "recursos suficientes" para aplicar la Ley de Dependencia. En este momento anunció que el Gobierno que dirige piensa destinar el supervit de este año y del siguiente a mejorar las condiciones de vidas de mayores y discapacitados.

Esta política de inclinación social, dijo, "se podía haber hecho antes", pero su antecesor en las tareas de gobierno no tuvo voluntad de hacerlo, aseguro. Precisamente en referencia al PP, que este fin de semana celebraba una convención en Madrid, dijo que sólo habla del pasado y no se ocupa de los ciudadanos. "Solo hablan de nosotros (los socialistas) y sobre todo de mí. Ni yo merezco tanto, ni los españoles tan poco".

"Esta ley", continuó, "es para el bienestar de las familias, para la dignidad de los que más lo necesitan y para el orgullo y la decencia de un país que puede presentarse diciendo: esta es nuestra política y no la de estar al lado de los poderosos y colaborar en conflictos bélicos que no van a ningún sitio".

En vez eso, el PP sigue "con las viejas políticas y las viejas falsedades, mientras nosotros aprobamos leyes nuevas" para promover "el progreso y la justicia". Zapatero se permitió ironizar con la creación por parte del PP de una ponencia para impulsar el respeto en la vida pública y dijo que "como empiecen por el PP van a tener una tarea que les ocupará toda la vida".

IGUALDAD

Otro de los objetivos prioritarios del Gobierno, dijo Zapatero, será lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Juzgó "inaceptable" que ellas sigan ganando menos por hacer el mismo trabajo y defendió las normas que permitirán una mayor conciliación de la vida familiar y laboral, también para los hombres.

En este punto defendió el aumento de la proporción de mujeres en los órganos de dirección de las empresas y aseguró que con más féminas en los consejos de administración "mejor irán las empresas y la economía de España".

"Ahora podemos comparecer y decir que hemos realizado la tarea de un buen gobierno, que hacemos la tarea de un gobierno con principios y, ante todo con el valor de la convivencia por encima de todos los demás". "Los derechos son lo que hacen libre a la gente y cuando se conquistan son irreversibles", sentenció.

Casi al final de su discurso, Zapatero dijo que "habrá elecciones dentro de dos años", pero que antes habrá autonómicas y municipales, para las que vaticinó victorias socialistas "en Castilla y León y en la mayoría de las alcaldías".