Según fuentes gubernamentales, se están manteniendo contactos a través de Presidencia, asesores y miembros del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la diplomacia, ya que en el Ejecutivo entienden que hay "razones objetivas" para que España esté en dicha reunión mundial.

La principal de estas razones es, según el Gobierno, que ante la crisis financiera mundial España ha demostrado la fortaleza de su sistema y es uno de los países que ha adoptado medidas activas para hacer frente a la actual situación económica.

La conferencia internacional para estudiar la reforma del sistema financiero mundial se celebrará el 15 de noviembre y a ella acudirán los dirigentes del llamado G-20, entre los que no está España.

OBAMA Y McCAIN

Para que finalmente España sea invitada, desde el Ejecutivo se están buscando apoyos en los equipos de las campañas electorales de los candidatos demócrata y republicano de los EEUU, Barack Obama y John McCain, al considerar que el resultado de las elecciones estadounidenses del 4 de noviembre puede influir en las invitaciones que se puedan cursar para la reunión, que se celebrará diez días más tarde.

Además, se están haciendo gestiones a través de las respectivas embajadas y utilizando todas las vías posibles de contacto, incluso con miembros del Congreso estadounidense, para que llegue con claridad a EEUU el mensaje de que España quiere estar presente en la cumbre financiera.

Sin embargo, fuentes gubernamentales recalcaron que no ha habido contacto directo alguno entre el presidente del Gobierno español y George Bush, anfitrión de la reunión y que, al parecer, gestiona los países que participarán en la misma.

Pese a todo, España confía en que, tras el resultado electoral en EEUU, se pueda invitar a la reunión a algún otro país, más allá de los que forman el G-20, y uno de ellos sea España.

Con esta idea trabaja el Gobierno y por ello busca apoyo internacional. Ya cuenta con el respaldo de Nicolas Sarkozy, Gordon Brown y José Manuel Durao Barroso, entre otros, que han expresado públicamente su deseo de que España participe en la reunión.

APOYOS IBEROAMERICANOS

Además, aprovechando la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará en El Salvador del 29 al 31 de octubre, Rodríguez Zapatero intentará recabar, durante los contactos bilaterales, el apoyo de los países sudamericanos que sí participarán en la reunión, como Brasil, México y Argentina.

Zapatero y el Rey se reunirán en El Salvador con los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con el fin de buscar el apoyo explícito de estos dos países del G-20 para que España esté en la cumbre del 15 de noviembre en los Estados Unidos.

Por el momento, desde el Gobierno no se descarta una reunión similar con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para recabar su apoyo y también para abordar el asunto de las nacionalizaciones del sistema privado de pensiones, que afecta a una filial del BBVA, Consolidar.

Desde el Ejecutivo insisten en la idea de que los directorios que rigen la presencia de países en las reuniones del llamado G-8 y del G-20 están "obsoletos", y aunque no se aboga abiertamente por la modificación de estos criterios, el Gobierno español sí es partidario de abrir un debate al respecto.