Esa es la idea que trasladó hoy en rueda de prensa el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, al hablar del debate que comenzará mañana en el Congreso de los Diputados.

El portavoz del Grupo Parlamentario, Diego López Garrido, llevó a la reunión de la Permanente de la Comisión Ejecutiva Federal un informe sobre las líneas generales de lo que será su intervención en ese debate.

Entre los principales ejes argumentales no está el alto el fuego de ETA, aunque se da por hecho que habrá "alguna referencia" a ello a lo largo de los dos días de debate.

La intención del Gobierno no es entrar en los detalles del proceso o de cómo se afrontará, porque el alto el fuego será objeto monográfico de una posterior comparecencia del presidente, que aún no está fijada.

Tampoco lo está, subrayó Blanco, la reunión del Pacto Antiterrorista, aunque se ha barajado la posibilidad de que sea el próximo jueves, inmediatamente después del debate sobre el Estado de la Nación.

Blanco aseguró que aún no se ha fijado la fecha de esa reunión, y que no se hará sin acordarla previamente con el PP, algo que, "a día de hoy", aún no se ha hecho.

Si los nuevos derechos civiles y las grandes leyes sociales fueron la prioridad de la primera mitad de legislatura, el empleo estable y la vivienda asequible lo serán de los dos años que quedan por delante, y ésa es la idea que el PSOE trasladará en el debate.

"LA TRIPLE A DEL PP"

Se hablará también de las reformas territoriales, y en este punto Blanco reconoció la posibilidad de que el PP opte por seguir "con el discurso de su pasado, de Alianza Popular, España se rompe, la familia se disuelve y la economía se hunde".

Nada de eso pasa, concluyó, y quienes más critican las inciativas del Gobierno son quienes después las utilizan, como ocurre con la ley que permite el matrimonio entre homosexuales y de la que se ha beneficiado un concejal del PP en Orense.

Eso mismo ocurrió en el pasado con el debate territorial, recordó, el PP pasó de oponerse a los estatutos a hacerlos suyos, y ocurrirá de nuevo en el futuro.

En el debate del Estado de la Nación, añadió Blanco, quedará desvelada "la auténtica naturaleza" del PP y de sus dirigentes, que están profiriendo un discurso "exaltado y rencoroso en el tono, y cínico y reaccionario en el contenido".

Como ejemplo de ello, recordó las reflexiones de Angel Acebes sobre la relación entre inmigración y delincuencia, "una importación de la extrema derecha europea", y subrayó que el mayor "coladero" se registró en España mientras él y Rajoy eran ministros de Interior, con la entrada de millón y medio de irregulares.

Lo mismo ocurrió, aseguró, con la "desinversión" en recursos públicos dedicados a seguridad ciudadana y el fomento de los métodos privados.

En definitiva, dijo Blanco, parece que la batalla interna del PP la ha ganado "el sector ultra, el de la triple A", de Acebes, Aznar y Aguirre, y el debate sobre el Estado de la Nación será "la última oportunidad de Mariano Rajoy" de hacer propuestas como líder de la oposición.

Blanco subrayó que el CIS coloca a Rajoy como el líder de la oposición peor valorado de la democracia, y nuevos errores le impedirían repetir el debate del Estado de la Nación, incluso ser cartel electoral del PP en las generales.

Frente a las críticas recibidas por manifestaciones de este tipo, Blanco precisó que se limita a poner voz a la rumorología que circula en el propio PP. "Unos dicen que será Esperanza Aguirre, otros que Gallardón, incluso que Zaplana, pero todos hablan de la sustitución de Mariano Rajoy".

En el debate de esta semana en el Congreso, sentenció Blanco, Rajoy tiene "su última oportunidad" para seguir con el discurso del PP basado en la crispación, o lanzar alternativas y demostrar que puede ser un líder de la oposición para el futuro.