ZAPATERO ASEGURA QUE LA DERECHA NO SE ATREVERÁ A DEROGAR LAS LEYES DE LA IZQUIERDA NI A DEVOLVER "LA ESTATUTA DE FRANCO A SU PEDESTAL"
- El presidente dijo en el segundo aniversario de su victoria electoral que la consecución de la paz en Euskadi será "mérito de todos"
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Este mensaje de ánimo para seguir gobernando con criterios de modernidad y progreso fue uno de los argumentos principales del discurso de Zapatero durante el acto de conmemoración del segundo aniversario de la victoria socialista en marzo de 2004.
Comenzó su alocución agradeciendo a todos los asistentes su presencia, pero también su "confianza", "trabajo", "sacrificio", y en especial "la fuerza" con la que han afrontado los ataque del PP.
"Quisiera daros un abrazo uno a uno", aseguró el presidente, quien afirmó que "fuerte no es el que más insulta, ni el que más grita, ni el que más amenaza. Fuerte es el que tiene convicciones profundas y las defiende con templanza. Fuerte es el que no insulta, incluso a los que insultan. Fuerte es el que respeta incluso a aquellos que han perdido el respeto a sí mismos. Fuerte es el que escucha e intenta compartir las ideas y el trabajo por nuestro país. Y quiero deciros: habéis sido fuertes, hemos sido fuertes".
El presidente, arropado por un auditorio de cerca de 20.000 personas, estuvo acompañado por la casi totalidad de los miembros del Gobierno, de la Comisión Ejecutiva socialista, los presidentes autonómicos socialistas, diputados y senadores, secretarios de federaciones regionales e invitados destacados como el ex presidente socialista Felipe Gonzáleza, al que elogió como uno de los grandes transformadores de España en etapa democrática. También estuvo presente el secretario general de UGT, Cándido Méndez, a quien dedicó un agradecimiento especial.
Zapatero explicó que con este acto los socialistas comienzan un proceso "democrático" por el que someten su gestión al juicio de los ciudadanos. Aseguró que "no vamos a caer en la autocomplacencia, ni nos vamos a dormir en los laureles" pero, advirtió, "nadie nos va a quitar la satisfacción por el trabajo hecho y la alegría por estar hoy reunidos" para celebrar este aniversario.
Insistió en que los socialistas "hemos hecho muchas cosas" y pese a que hay "quien dice que hemos ido deprisa, yo estoy seguro de que muchos españoles no consideran precipitada la decisión de retirar los tropas españolas de Iraq. Estoy seguro que los que trabajadores que cobran el SMI no piensan que hemos ido muy deprisa al aumentar su cuantía en dos años más que en ocho años de gobierno popular".
"Estoy seguro que los pensionistas no piensan que hemos ido demasiado deprisa al aumentar el 16% las pensiones mínimas de más de 3 millones de pensionistas, ni que los estudiantes lo crean por aumentar en 40.000 las becas de estudio". Con esta línea argumental, Zapatero desgranó los principales hitos de su gestión en estos 24 meses y citó entre ellos la Ley Integral contra la Violencia de Género, la ley que permite el matrimonio homosexual o la ley que el Gobierno piensa aprobar para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres.
Rodríguez Zapatero, que fue jaleado continuamente por los asistentes, explicó que las ocho legislaturas del período democrático "han servido para cambiar este país" y el PSOE ha contribuido de manera decisiva a esos cambios, "bien lo sabe Felipe González"· dijo desde la tribuna entre una avalancha de aplausos de los asistentes que homenajeaban así al veterano líder socialista.
ALTA VELOCIDAD
Durante todos estos años, recordó, "ha habido gobiernos democráticos de distinto signo, pero cuando gobierna el PSOE la vía de progreso es de alta velocidad". Así, ha tenido que gobernar el PSOE para tener una "televisión plural", promover una segunda reforma de los estatutos de autonomía que profundice en el carácter plural de España y avanzar en derechos individuales y colectivos.
"Por eso cuando gobierna la izquierda hay que ir rápido. Lo que hagamos ahora quedará y nadie lo va a cambiar". "No derogaron las pensiones no contributivas, ni la ley del divorcio, ni el Estado de las autonomías", dijo en referencia al PP, incluso, advirtió, "luego trataron de apropiarse" esos logros, que es lo que intentarán hacer ahora. Zapatero se mostró convencido de que ningún gobierno popular "se atreverá" a llevar tropas a ningún país extranjero en contra de la opinión de los ciudadanos o del Parlamento y, desde luego, "no derogarán los Estatutos de Autonomía. No derogarán los matrimonios homosexuales. No devolverán la estatua de Franco a su pedestal".
"Dirán que ha sido obra de ellos", vaticinó el presidente, que alertó que la derecha acabará declarándose heredera "del mismo Azaña".
En relación a las reformas estatutarias, el presidente del Gobierno insistió en que continuará el proceso porque ésta es la vía para conformar una "España más plural, más auténtica, que responda más a la realidad de los pueblos, identidades y lenguas" y que en ningún caso "dé miedo a quienes tienen confianza en la democracia y en la gente". Según dijo, estas reformas servirán para "engrandecer" España y para estar más unidos, "no sólo los pueblos, sino todos los españoles" a los que asistirán iguales derechos vivan donde vivan.
En este punto, Zapatero hizo un llamamiento expreso al PP para que "se sumen a la política constructiva" y contribuyan a "recuperar el tiempo que hicieron perder a España" abandonando esa actitud de "profetas del desastre", que lo único que demuestra es que "son un desastre con profetas". "Dentro de unos años", continuó, "los que hoy dicen que había riesgos para la unidad de España, se echaran en brazos de los nuevos Estatutos" y se apuntarán el tanto como si fuera propio.
Aseguró que los logros de su gobierno no son fruto de ningún milagro sino del esfuerzo de todos y anunció como objetivo prioritario que en 2007 la tasa de paro femenino se reduzca en un 10% y se sitúe en la media europea. Explicó, además, que seguirá gobernando en contra de la pobreza en el mundo, para lo que se comprometió a alcanzar el 0,5% del PIB en ayuda al desarrollo a final de la legislatura, así como a mantener el esfuerzo fiscal para los ciudadanos, preservando el superavit de las cuentas del Estado en los dos años que restan para concluir la legislatura.
OBJETIVOS
Ya en el último tramo de su intervención, Zapatero desgranó cuáles serán las señas de identidad de la segunda parte de su mandato: "hacer más fuerte la democracia y España", "extender los derechos ciudadanos", "cambiar la atmósfera política de crispación y pasar a la cooperación" y "luchar contra la corrupción". En este último punto citó el caso de Marbella, en el que el PSOE ha sido el único capaz de tomar decisiones pese a que la situación del municipio era conocida por todos desde hace tiempo.
En materia de derechos civiles, Zapatero se apoyará en la aprobación de la Ley de Dependencia que evidencia que "los socialistas, que siempre hemos defendido a los que no tienen, ahora también defendemos a los que no pueden". El segundo pilar de estas políticas será la Ley de Igualdad que pretende abordar "la cuestión de las cargas y de los cargos. La mujer tienen la mayoría de las cargas y no tienen la mitad de los cargos, y esto no puede seguir así", sentenció.
Zapatero pidió al PP que se sume al consenso en estas dos materias y "se sienta orgulloso de contribuir a una España que en pocos años llevó a la mujer desde el ostracismo y la marginación a la plena igualdad".
Ya al final de su intervención, el presidente se refirió al proceso de paz en el País Vasco. Advirtió que éste no era el foro que tenía previsto para abordar este asunto en profundidad, puesto que el próximo 21 de mayo visitará Euskadi con ese objetivo, pero insistió en que "ha llegado el momento de terminar con el terror y la violencia y vamos a terminar con ella todos los demócratas juntos y en paz".
A su juicio, "hacer la paz requiere tanta valentía como urgencia, tanta prudencia como generosidad y tanta unidad como lealtad". También reconoció la necesidad de honrar la memoria de las víctimas del terrorismo y afirmó que la mejor manera de hacerlo es no desalentarse en la tarea de terminar con la violencia. "La paz se hace entre todos y cuando llegue será mérito de todos y ese es el legado que pretendemos dejar los más jóvenes: un país en paz, tolerante, moderno, abierto y solidario", concluyó.
(SERVIMEDIA)
23 Abr 2006
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