ZAPATERO ARRANCA 27 APLAUSOS Y UNA PROTESTA EN UNA INTERVENCIÓN EN LA ESTUVO ARROPADO POR SU FAMILIA
- Costa, Acebes y Michavila acuden Congreso tras largas ausencias por su presunta relación con implicados en el caso Gürtel
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, arrancó 27 aplausos de la bancada socialista y una protesta de los populares durante su primera intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación, que fue seguido desde la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados por la esposa, el padre y el hermano del jefe del Ejecutivo.
En general, los aplausos de los diputados socialistas fueron más bien tibios. Tampoco la protesta del PP, que le reprochó las medidas para favorecer la venta de coches comprometiendo gasto de las comunidades autónomas, fue especialmente virulenta.
Los socialistas aplaudieron todas y cada una de las medidas novedosas de las que dio cuenta Zapatero desde la tribuna, en especial las referidas a educación, a la reforma de la ley del aborto, a la modificación de las deducciones por compra de vivienda y a la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
La ovación final de los diputados socialistas puestos en pie sólo se terminó cuando el propio Zapatero, y después el portavoz del Grupo, José Antonio Alonso, pidieron con gestos su fin.
El líder del PP, Mariano Rajoy, que había seguido con atención el discurso tomando notas esporádicamente salió de inmediato del Hemiciclo, sin saludar al presidente y seguido de la dirección del Grupo Parlamentario Popular.
La portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, y su segunda, Fátima Báñez, fueron las encargadas de tomar notas de lo dicho por Zapatero. En las filas socialistas, los que más anotaron fueron el secretario general saliente, Ramón Jáuregui, y su sucesor, Eduardo Madina.
Precisamente, Jáuregui fue la persona con la que Zapatero intercambió impresiones sobre su primera intervención en el debate en presencia de la vicepresidenta, la ministra de Economía y el portavoz socialista.
BERMEJO Y SOLBES
Jáuregui saludó con especial cariño al que fuera vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, que asistió a su primer Debate sobre el Estado de la Nación de un Gobierno presidido por Zapatero como diputado de a pie.
Situado en tercera fila, tras Zapatero y Alonso recibió la caricia en una mano de Jáuregui, que pronto abandonará el Congreso para engrosar la candidatura socialista al Parlamento europeo.
Solbes entró en el Congreso acompañado del ex ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que se vió obligado a dimitir tras descubrirse que había acudido a una cacería en la que participó sin licencia de armas y en la que coincidió con el juez Baltasar Garzón.
El que fuera responsable de la Hacienda pública había bromeado poco antes de cesar como ministro sobre la situación privilegiada de Bermejo, que ya había salido del Gobierno.
Solbes también charló amigablemente durante escasos minutos con el presidente Zapatero y con su sucesora al frente de Economía, Elena Salgado, que llegó al Congreso sin la compañía de ningún asesor y portando una voluminosa carpeta.
ACEBES, COSTA Y MICHAVILA
Ante la escasa presencia de personalidades destacadas en la tribuna de invitados, los diputados populares, Juan Costa, José María Michavila y Ángel Acebes, concentraron la atención de la prensa.
Sobre los tres se ha especulado en los medios de comunicación por su posible relación con personas imputadas en en la investigación del Caso Gürtel. Desde que el caso saltara a las páginas de los periódicos, su asistencia a las sesiones parlamentarias se han producido con cuentagotas y, con frecuencia, sólo para votar.
Hoy han estado desde el principio de la sesión y se pudo ver a Costa hablando relajadamente con varios periodistas en el Patio del Congreso justo antes del inicio del Pleno.
Entre los invitados institucionales, las figuras más detacadas fueron el presidente del Senado, Javier Rojo, que acudió acompañado del vicepresidente, el popular Juan Jose Lucas. También estuvo la ex ministra Carmen Alborch y el único presidente autonómico, Marcelino Iglesias, que sigió la sesión sentado al lado de la esposa del presidente.
Sonsoles Espinosa llegó 15 minutos antes del comienzo del Pleno a la tribuna de invitados ataviada con falda negra, camisa blanca y chaqueta de punto negra y siguió el discurso de Zapatero concentrada. Detrás se sentaban otros miembros de la familia del presidente.
Como ya es tradicional en este debate, el Congreso utilizará los servicios de ocho intérpretes de lengua de signos para retransmitir el Debate sobre el Estado de la Nación entre hoy y mañana.
A diferencia de otros años, las medidas de seguridad impuestas en los alrededores del Congreso han sido menores. De hecho, la Carrera de San Jerónimo no se ha cortado al tráfico hasta poco antes del comienzo de la sesión.
(SERVIMEDIA)
12 Mayo 2009
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