Zapatero protagonizó en Alcobendas (Madrid) el primer acto de la campaña "Respondemos con soluciones", con la que los socialistas pretenden difundir su labor de oposicón y sus alternativas a la política del Gobierno.

Casi al final de su discurso, elogió la democracia con la que fue elegido secretario general y el coraje de Almunia y Borrell al dinamizar el proceso de primarias. "Quien haya de ser el candidato a presidente de Gobierno por el PSOE será elegido democráticamente por los militantes", dijo.

De forma inmediata los asistentes prorrumpieron en aplausos coreando "presidente, presidente", a lo que el líder socialista respondió con ironía. "Ya sabéis que i hay primarias puede haber sorpresas", indicó.

Rodríguez Zapatero centró su discurso en rebatir uno a uno los argumentos esgrimidos por Aznar para celebrar su primer año de Gobierno con mayoría absoluta, y prestó una especial atención a la campaña electoral en Euskadi.

En este punto, advirtió tajantemente al presidente del Gobierno de que los socialistas vascos "arrimarán el hombro hasta donde haga falta para acabar con el terror", pero no consentirán "un choque de trenes" entre dos supuestos bados tras las elecciones del 13 de mayo, sino que apostarán por la convivencia entre la inmensa mayoría de los ciudadanos.

"SIEMPRE UN ALIENTO"

"Mientras esté el PSOE en Euskadi, habrá siempre un aliento a la convivencia, a la esperanza, a la tolerancia. No necesitamos ninguna credencial histórica pasada ni presente de ser los máximos defensores de la Constitución y del Estatuto", agregó Zapatero, al tiempo que se mostró abierto a gobernar "con la amplia mayoría de los demócratas de aquella tierra". Tras enumerar algunos de los más acuciantes problemas de España, como las recientes crisis alimentarias, la subida de la inflación o la desaceleración económica, Rodríguez Zapetero acusó a Aznar de "perder un año" de desarrollo de España, y anunció que el PSOE "está en forma".

El líder socialista se refirió también a la ruptura definitiva de negociaciones con Marruecos y le exigió "que deje de amenazar, porque el desafío no une, no es valentía". "Que no asuste a nadie porque no se lo va a tolerar a sociedad española", advirtió.

También criticó la posición del Ejecutivo ante la inmigración, pero se mostró conevncido de que terminará regularizando a todos los que ya están en España, eso sí, "sin decir nada, para ocultar sus vergüenzas".

Al referirse a la falta de pluralidad que ve en los medios de comunicación públicos, Zapatero retó a las grandes cadenas de televisión a superar la actitud del Gobierno y celebrar debates entre los líderes políticos para que los ciudadanos puedan optar libreente entre ellos.

Como colofón de su discurso, el líder socialista se comprometió a liderar un Gobierno basado en grandes principios y valores democráticos, contrario a la pretensión del PP de "mandar sin hacer política".