Zapatero hizo, junto a representantes de unos 50 colectivos y asociaciones congregadas en la sede federal del PSOE, un balance de su primer año de gobierno en materia de igualdad entre hombres y mujeres.

Como ya dijo recientemente ante los parlamentarios socialistas, esta será "la gran ley social" no sólo de este año, sino de toda la legislatura y atenderá desde todos los frentes a las familias con algún miembro dependiente o con discapacidad.

Los más beneficiados, dijo, serán las mujeres, porque sobre ellas recae la mayor parte de la atención a este colectivo. Aparte de ser muy positiva socialmente, aseguró que será beneficiosa desde el punto de vista económico porque generará puestos de trabajo que, en gran medida, serán también para mujeres.

Zapatero anunció también que la Ley de Igualdad será presentada públicamente después del verano y recogerá medidas para garantizar la paridad en la vida pública, para regular la participación de las asociaciones de mujeres en la labor del Gobierno, para evitar que las mujeres interrumpan su carrera laboral para poder formar una familia y también planes de igualdad en las empresas.

En este punto, juzgó "inasumible" el actual porcentaje de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas españolas que cotizan en Bolsa, que es del 2,5%.

Al hacer balance, Zapatero se declaró especialmente satisfecho de la aprobación de la ley contra la violencia de género, si bien reconoció que queda mucho por hacer, por lo que la lucha contra esta lacra debería ser "una prioridad en el ámbito internacional".

En todo caso, sentenció que el camino de España hacia la igualdad real entre hombres y mujeres "ya no lo para nadie" y comentó que ya ningún presidente se atreverá a hacer un gobierno que no sea paritario.

En el coloquio con las asociaciones de mujeres, el presidente aseguró que toma nota de sus protestas por la regulación de la custodia compartida en la nueva Ley del Divorcio, que está aún en el Parlamento, y se comprometió a "hacer una nueva exploración".