ZAPATERO ALERTA A IBARRETXE DE QUE LOS CIUDADANOS LE FORZARAN A CAMBIAR SUS POSICIONES
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alertó esta tarde al "lehendakari", Juan José Ibarretxe, de que las circunstancias han cambiado considerablemente desde que presentó su reforma estatutaria y si no secunda ese devenir y se mantiene en sus posiciones, le harán cambiar los ciudadanos.
En una segunda intervención en el debate de toma en consideración del proyecto de reforma estatutaria defendido por el "lehendakari", el presidente del Gobierno le dijo directamente a Ibarretxe que del debate de hoy se extrae una conclusión.
Esa conclusión, dijo, es que todos los partidos han cambiado de posiciones en los veinticinco años de democracia, y cuando eso sucede para adoptar posturas más razonables es digno de felicitación.
"Es conveniente saber cambiar", le espetó, antes de recordarle que el llamado "plan Ibarretxe" nació hace casi cuatro años, en cinrcunstancias "muy diferentes" a las actuales.
Desde entonces "han pasado muchas cosas, todos hemos cambiado, espero que no sea usted el único que no cambie, porque cuando uno no cambia, lo que sucede es que le cambian los ciudadanos". "Tengo una experiencia reciente en eso", añadió, en clara referencia a su propia victoria electoral.
Junto a esta advertencia, Rodríguez Zapatero incidió en la línea expuesta ya en su primera intervención, al garantizar que, por parte del Gobierno, hay "juego limpio, voluntad de diálogo, optimismo en las posibilidades de llegar a un encuentro".
Le aseguró que existe también por su parte "toda la disposición al diálogo", como prueba su defensa de la celebración del debate, la posibilidad de la réplica y su precisión de que la votación no será entendida como una victoria y, en consencuencia, no debería ser entendida tampoco al rechazarse como una derrota.
Al igual que hizo en su primera intervención, el presidente insistió en que los españoles "vivimos juntos", de forma voluntaria, y es también juntos como deben acordar su modelo de convivencia.
En virtud de esa premisa, el presidente reconoció que el modelo de convivencia es reformable, pero debe serlo con el más amplio consenso para no estar abocado al fracaso.
Si la historia constitucional de España, exlcuido el último cuarto de siglo, es una cadena de fracasos, dijo Zapatero a modo de advertencia al "lehendakari", es porque eran constituciones "de partido", aprobadas con mayorías del cincuenta y uno por ciento.
Se puede gobernar con toda legitimidad contando con el cincuenta y uno por ciento de respaldo, dijo, pero para construir una norma básica de convivencia, ese porcentaje "no vale".
El reto y el llamamiento del Gobierno, dijo Rodríguez Zapatero, es buscar "el setenta, el ochenta, el cien por cien".
(SERVIMEDIA)
01 Feb 2005
CLC