El jefe del Ejecutivo, que recibió a la selección en el Palacio de La Moncloa, alabó el trabajo del equipo y la deportividad con la que jugaron y les agradeció que se hayan convertido en el orgullo de todos los españoles por su "coraje" y su "talante".

"Para una amplia generación de españoles, habéis dado una lección, os habéis convertido en una referencia de lo que podemos ser capaces como país si jugamos en equipo, con deportividad, con esfuerzo y con sacrificio", afirmó Zapatero.

El presidente hizo una referencia especial al líder del baloncesto español, Pau Gasol, al que calificó de "ejemplo de ejemplos". El jugador del Memphis se lesionó y no pudo jugar la final, pero Zapatero destacó que el ala-pívot "ganó con su actitud el corazón de todos los ciudadanos españoles" y de sus compañeros de equipo. Zapatero se mostró "dispuesto a echar unas canastas" con la selección y les animó a conseguir nuevos títulos y disfrutar de la medalla de oro. "Me alegro especialmente, ya sabéis por qué", dijo el presidente, gran aficionado al baloncesto que sufrió una lesión en la mano cuando jugaba a este deporte con sus hijas en La Moncloa.

El jefe del Gobierno recibió como obsequio un balón dorado que le entregó el entrenador de la selección, Pepu Hernández, y una camiseta con el número diez, firmada por todos los jugadores que recibió de manos del capitán, Carlos Jiménez.

Los jugadores de la selección, acompañados del equipo técnico, se presentaron en La Moncloa luciendo sus medallas colgadas del cuello y vestidos de manera informal, con el polo azul de la selección, vaqueros y calzado deportivo. Todos juntos, con Rodríguez Zapatero confundido entre ellos, posaron al final del acto en la entrada oficial del edificio de La Moncloa, para inmortalizar el evento.