ZAPATERO AFIRMA QUE LA ESPAÑA DE LA PLURALIDAD Y LA COHESION ESTA PENDIENTE DE CONSEGUIRSE TRAS 20 AÑOS DE DEMOCRACIA
- Zapatero, partidario de la democracia deliberativa, cree que en el PSOE hay una "cohesión importante" y una "unidad sincera"
- Defiende un pacto político sobre extranjería y no trasladar al Tribunal Constitucional decisiones relativas a la convvencia
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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que la "España pendiente" de conseguirse tras 20 años de democracia es la de la pluralidad y la cohesión, a cuya construcción piensa contribuir desde la oposición prácticando "el diálogo frente al desprecio" de la derecha.
Zapatero, que clausuró hoy las jornadas de reflexión celebradas por los socialistas en la localidad palentina de Magaz de Pisuerga, advirtió a los ilitanes del PSOE de que tendrán que trabajar por ese objetivo.
"Vamos a demostrar a la derecha cómo se hace pais haciendo oposición, como se responde con silencio a las bajezas, cómo se practica el dialogo frente al desprecio, que la derecha pierda la esperanza. Vamos a dar una lección de unidad de tolerancia, de humildad, de respeto y de amor por cambiar España", aseguró.
Esa actitud dialogante y tolerante que defiende debe aplicarse, según dijo, a todos los ámbitos de la vidas política y socia. En este sentido, argumentó en contra de recurrir a las instancias judiciales para resolver problemas políticos que afectan principalmente a la convivencia entre ciudadanos.
Manifestaba así su posición contraria a la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Extranjería, para cuya reforma defendió, más bien, un acuerdo Estado ampliamente compartido por fuerzas políticas y sociales, que permita dar respuesta al problema más importante que España tendrá que afrontar durante muhos años.
"Si ahora estuviéramos haciendo la Constitución, este asunto estaría en el Pacto Constitucional", aseguró, antes de manifestar su decisión de trabajar "firmemente" por conseguir un pacto en esta materia en esta legislatura o en una próxima regida por los socialistas.
Para el líder socialista, los tribunales no deberían decidir sobre aquellas materias que deben "ser pactadas sobre la convivencia por todos los españoles". A su juicio, resulta "inmoral" que se decida con tanta ligereza sobe la vida y derechos de los inmigrantes, como dijo que ha hecho el Gobierno, y pidió más pedagogía, más liderazgo y "ni un ápice de demagogia" para afrontar el problema.
Zapatero restó importancia al hecho de que los socialistas aragoneses hayan apoyado la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional y aseguró que "no hay desunión" en el PSOE, sino una "unidad sincera".
REGENERACION
Para afrontar el proceso de regeneración política y social que propone, el secretario general del POE propuso "alentar el patriotismo constitucional" que puede propugnar una España "plural y cohesionada" como nunca en la historia del país ha ocurrido antes.
Criticó duramente al Gobierno del PP, que "invoca la vertebración del Estado redescubriendo una historia que nunca fue", en vez de buscar una sociedad plural y cohesionada que encuentre su identidad en la consideración de los ciudadanos como seres humanos.
Zapatero reprochó al Ejecutivo dirigido por Aznar sus airadas respuestas a las propuetas del PSOE y afirmó que "un Gobierno débil reacciona con descalificaciones" ante las críticas, mientras que "una oposición segura y firme reacciona con moderación y con capacidad de contención".
En línea con esta argumentación, el líder socialista dijo que su partido no piensa pedir por el momento más dimisiones que las de los ministros de Agricultura y de Sanidad por su mala gestión de la crisis de las vascas locas, puesto que "aunque este Gobierno tiene muchos puntos de ineficacia" su deseo no es rispar el clima político.
Sin embargo, pidió al presidente del Gobierno, José María Aznar, que "vigile bien su banquillo" porque es "preocupante" que ante la desaparición del vicepresidente Mariano Rajoy como coordinador del comité que estudia la crisis de las vascas locas, sea el ministro Portavoz, Pío Cabanillas, el que se haga cargo de la coordinación de las acciones para afrontar el problema.
En nombre del PSOE, Zapatero defendió la suscripción de pactos de Estado para afrontar problemas fundmentales, desterrando "intereses partidistas". En este terreno, recordó que, tras "bajar a la tierra", el presidente "se ha tirado al agua, viendo en el PHN un flotador al que agarrarse para salvar el desastre de su gestión".
Según dijo, ante cualquier revés que venga del mundo judicial, mediático o político, el Ejecutivo reacciona "con la invocación al poder y desde el 12 de marzo nunca ha reaccionado con el diálogo". Incluso advirtió que el Gobierno "está fallando" en algo que tradicionalmente garanizan los gabientes de derechas y es en la preservación de "la seguridad" en todos los terrenos.
COHESION INTERNA
Zapatero respondió también a las acusaciones de falta de cohesión interna que el PP achaca a los socialistas. Tras declararse "poco partidario del pensamiento único" y favorable a "la democracia deliberativa", afirmó que en el PSOE hay "una cohesión importante" y una "unidad sincera" que va más allá de la pura pertenencia a un partido.
Por ello, recomendó al PP que "no pierda tiemo en ese camino", porque, salvo "momentos de desahogo" puntual, no le servirá para recuperar la credibilidad que ha perdido desde que consiguió la mayoría absoluta.
Durante el encuentro con los periodistas, insistió en que él no participa de la "idea absolutista de la cohesión" que tiene el Partido Popular y se alineó más bien con los criterios que se sostienen desde las "democracias más avanzadas", de considerar la pluralidad "un valor, y no una rémora".
El líder socialista pretende que su partio sea abanderado de un proyecto nacional "impulsado y regado por valores, ideas y la promoción del debate ciudadano", bajo un criterio de reflexión "más serena, más prudente y más mediatizada".
(SERVIMEDIA)
10 Feb 2001
SGR