En un encuentro informal con periodistas, Rodríguez Zapatero aseguró que la cena con los presidentes autonómicos socialistas fue "muy positiva".

Su criterio, y así lo expuso a los presidentes autonómicos, es que la financiación debe basarse en la población, atendiendo a "singularidades" como la dispersión o la forma de su pirámide por edades, fundamental para definir los recursos que se destinan, por ejemplo, al sistema de atención a la dependencia.

Subrayó que cerca del 90% de la financiación estará destinada a educación, sanidad y servicios sociales, incluyendo la atención a la dependencia.

"Se trata de que el gasto, la financiación media por cada habitante, esté lo más equilibrado posible", pero siendo conscientes de que el gasto no puede ser exactamente igual en todas las comunidades porque "hay variables derivadas de las singularidades que se dan en determinados territorios".

El presidente cree "bastante probable que lleguemos a un acuerdo y que lo hagamos en tiempo y forma", de modo que pueda entrar en vigor en enero de 2009, más allá de que el consenso político se pueda alcanzar en agosto, en septiembre o en octubre de este año.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, tiene "muy bien planteado el tema", aseguró, y será él quien gestione el calendario de la negociación y los encuentros con los consejeros autonómicos.

El presidente aseguró que la negociación está siendo con todas las comunidades autónomas y denunció que la de 2001 "sí se hizo de forma bilateral y sin transparencia, puesto que unas comunidades no sabían cuál era el modelo que se les aplicaba a las otras". "Ahora no ocurrirá así", sentenció.