El texto, debatido por la vía de urgencia dada la gravedad del conflicto, está firmado por todos los grupos y consta de cuatro epígrafes. El primero de ellos solicita al Gobierno que tome medidas en el seno de la Unión Europea para que los Quince impulsen iniciativas conjuntas de paz en la zona.

El segundo apartad insta al Ejecutivo a "apoyar las acciones necesarias encaminadas a garantizar la acción humanitaria internacional mediante una acción militar limitada por parte de una fuerza de interposición, bajo el mandato de Naciones Unidas y la colaboración de la Organización de Estados Africanos (OUA)".

Según la proposición, esa fuerza multinacional debería tener capacidad de establecer los corredores humanitarios necesarios para acceder a las víctimas del conflicto y garantizar su seguridad y su libertad de moimientos.

El tercer punto pide al Ejecutivo que colabore en la aplicación de un plan internacional de ayuda humanitaria de emergencia para la región de los Grandes Lagos.

En el último epígrafe, el Congreso defiende que España apoye la convocatoria de una conferencia internacional, bajo los auspicios de Naciones Unidas, para confrontar una solución definitiva a los intereses enfrentados.

El diputado del PP José María Robles Fraga se mostró convencido de que los ciudadanos españoles darán un aoyo unánime al envío de tropas de pacificación a Zaire.

Luis Yáñez, del PSOE, defendió la participación militar de España e hizo un llamamiento al Gobierno del PP para que no acepte que la operación militar multinacional esté bajo mando de Francia, porque eso, opinó, causaría problemas con los países en conflicto.

En el debate de la proposición, los portavoces expresaron su condolencia por la muerte de cuatro misioneros maristas españoles en Zaire.