Después de una intervención inicial centrada en criticar al PP y Vox y en enumerar propuestas de su programa electoral incluidas en el acuerdo de gobierno con el PSOE, Díaz desgranó en la segunda sus diferencias en política internacional y otras materias.

“No hemos dudado en Ucrania, le pedimos en nombre de Sumar que no dudemos en Palestina”, comenzó diciendo, añadiendo que “podemos hacer más”, como llamar a consultas al embajador español en Israel, o suspender la venta de armas o aplicar sanciones a ese país. Respecto al Sahara, del que no se incluyó nada en el acuerdo de gobierno, aseguró que Sumar seguirá defendiendo el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas sobre su autodeterminación.

En cuanto a la inmigración, aseguró que “la mejor imagen de España la vimos en el Aquarius” y que Sumar no comparte las devoluciones en caliente, que “vulneran derechos fundamentales y son ilegales”. Además, reclamó la regularización de los 500.000 irregulares que hay en España.

Díaz también reiteró su propuesta de que el Banco Central Europeo no se limite a contener la inflación sino que se dedique a crear empleo y luchar contra el cambio climático y, en general, reclamó que no se puede volver a la época de la austeridad. Y, ya a nivel interno, estableció que ésta “tiene que ser la legislatura de la financiación autonómica” y la que empiece a construir un modelo mallar y no radial en la red ferroviaria.

En este punto aprovechó para conectar con el 'dumping fiscal' entre comunidades autónomas y así terminar criticando al PP y su concepto de la libertad, frente al que pidió "un nuevo contrato social que cierre la brecha de la desigualdad". Y concluyó prometiendo una legislatura de ampliación de derechos para rematar con el que fue el eslogan de campaña de Sumar: "Es por ti".