Lo hizo en el acto de campaña electoral en el que apoyó la candidatura de Contigo Navarra, liderada por la coordinadora de Podemos en esa comunidad, Begoña Alfaro. Díaz, como en Alcorcón con el líder de ese partido en Madrid, Jesús Santos, no mencionó la palabra 'Podemos' en su intervención, y dejó claro que ella estaba en la Casa de Cultura de Burlada “apoyando al proyecto Contigo Navarra”.

En su discurso, señaló que si la oposición del PP a la reforma laboral “presuntamente comprando a dos diputados de UPN llega a triunfar, miles de trabajadores tendrían vidas mucho peores”. Y que, aunque no lo consiguió, es una “indecencia” que hoy los populares siguen “fabricando y potenciando la corrupción”, porque “el transfuguismo es una forma de corrupción”, y Feijóo, al tener a Adanero como candidato a la Alcaldía de Pamplona, “está permitiendo que tránsfugas vayan en sus listas electorales”.

Díaz comenzó describiendo a España como “un país diverso, plurilingüe”, frente a “aquellos que dibujan una España muy pequeñita donde no cabe casi nadie”, y dio un par de pistas de los motivos de su apoyo a la candidatura de Alfaro. “Estoy aquí porque habéis sabido caminar juntas”, manifestó. “Apoyando a Begoña porque el futuro es de las mujeres jóvenes”.

También se mostró convencida de que Alfaro irá a las instituciones “sabiendo muy bien a quién representamos” y de que “llegamos a los gobiernos para no hacer ruido y para cambiar y mejorar la vida de las personas”. Podemos, por el contrario, está reivindicándose reiteradamente en la campaña como el “ruido” frente a las injusticias.

SERVICIOS PÚBLICOS

Tras las críticas al PP y sus “tránsfugas” incorporados, Díaz defendió, como tantas veces, su reforma laboral y otras medidas del Gobierno en favor de los servicios públicos. Recordando que éstos son competencia de las comunidades autónomas, subrayó que son “lo que hoy se discute en estas elecciones” y por eso pidió a la concurrencia: “No os las toméis como una broma”.

Es más, aseguró que ella, implicándose en la campaña, ha “decidido dar un paso adelante” para que la derecha no juegue “con los derechos de nuestras hijas e hijos”; dicha amenaza le habría llevado a pensar que “teníamos que ayudar allá donde pudiéramos”. Poco después, justificó su “paso adelante” afirmando que ella quiere “aprender” y que estaba aprendiendo en cada lugar al que estaba acudiendo que “la gente quiere que hablemos de sus problemas, que nos pongamos de acuerdo para defender sus derechos”.

La vicepresidenta situó enfrente a “los de la barbarie” que “no tienen ninguna propuesta política pero quieren derogar la reforma laboral” y otras leyes del Gobierno, y presumió de gestionar “mejor” al haber “salvado el país” con los ERTE y a la vez tener 4.500 millones de superávit en el SEPE. Por eso, Díaz se burló de que Feijóo hablara ayer de “la buena política”, y le recriminó el bloqueo del CGPJ, que impide nombrar nuevos jueces, y el “auténtico latrocinio” que la Junta de Andalucía estaría cometiendo con Doñana.

En clave feminista, proclamó: “Las mujeres queremos dejar de ser las cuidadoras de nuestras madres, de nuestros padres, de nuestros suegros y también de nuestros hijos y de nuestras hijas. Las mujeres queremos tener idénticos derechos a los hombres”. Y por eso instó a las madres y abuelas a pensar en sus hijas para votar a Contigo Navarro.

Lo mismo hizo después dirigiéndose a los empleados públicos, a quienes garantizó reducir la temporalidad como en la empresa privada, y finalmente a los obreros industriales, a los que prometió que la democracia llegue a las empresas y una ley de deslocalizaciones para que las multinacionales que reciban ayudas públicas tengan que devolverlas si se marchan de España.