Así lo asegura Díaz en una entrevista en el diario 'Ara' publicada hoy y en la que le preguntan dónde estaba el 1 de octubre, el día del referéndum. "Estaba en casa de mi padre. Y lo pasé muy mal, con un enorme dolor. También me afectó mucho otra imagen que viví en el Senado: la aplicación del 155. Ese día lloré", contestó.

La vicepresidenta sostiene, "como jurista", que "nunca debería haberse llegado" a esa situación y que "esto no debería haberse judicializado nunca", algo de lo que culpa a "la frivolidad con la que el PP presentó un recurso contra el Estatut". En su opinión, esta acción legal fue "una estrategia deliberada para convertirlo en conflicto", que ha deparado que "ahora Cataluña tiene un Estatut que no ha votado".

Díaz entiende que se pueda ser independentista, aunque ella no lo sea, y, cuando se le pregunta si en su proyecto de España podría hacerse un referéndum de autodeterminación, responde: " Yo soy demócrata. Y creo que debemos ir a modelos que hagan crecer la participación ciudadana. Y sin ningún temor a nada".

"AVANZAR" EN LA MESA DE DIÁLOGO

La vicepresidenta aplazó su opinión sobre cuál es el demos, el sujeto de decisión, a cuando se plantee realmente un referéndum, pero, por el momento, subraya: "Yo lo que veo es el artículo 92 de la Constitución". Dicho artículo contempla la posibilidad de celebrar referendos de carácter consultivo, y por tanto ella no le ve ningún problema: "Hay una discusión entre juristas para ver cómo aplicarlo, pero esto está dentro de la Constitución".

También en relación con Cataluña, considera que se debe "avanzar más en la mesa de diálogo", aunque no le corresponde a ella, y que "se puede hablar de todo" y "sin vetos" en dicho foro. También propugna reformar el delito de sedición, entre otros, y que se pueda aprender catalán en escuelas de otras comunidades autónomas.

Por lo demás, Díaz, que en la entrevista afirma que si hubiera vivido en Cataluña sería del PSUC, se niega a que la etiqueten porque es "poliédrica", y también rechaza los liderazgos "mesiánicos", "masculinizados", "patriarcales", "jerárquicos". Destaca que su relación con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es "magnífica", que no le ve "como un jefe" y que habrá "coalición progresista por años".