Ybarra, que presentó los resultados del BBV ante la Junta General de Accionistas celebrada en Bilbao, señaló que el margen financiero en 1990 se situó en 333.000millones de pesetas, cifra que supone un 4,14 por ciento del activo total, uno de los más bajos del sector.

El presidente del BBV reconoció que los resultados "no han sido brillantes" y reflejan una tendencia a la baja de los márgenes financieros en el sector bancario debido al incremento de los costes del pasivo provocado por el aumento de la competencia.

En un encuentro con periodistas, previo a la celebración de la junta de accionistas, Ybarra dijo que, además de las dificultades globales del ector, el BBV tuvo que afrontar en 1990 otros problemas internos, como reciclar los pasivos o depósitos que habían perdido algunas de sus ventajas.

La estrategia que la entidad debe seguir en el futuro, según su presidente, se basa en una potenciación de los mercados nacionales y en una detenida selección de las operaciones en el exterior, "a la espera de mejores tiempos".

A juicio de Ybarra, la banca "está teniendo problemas y la estrategia a seguir no debe entenderse como un repliegue, sino com una reconducción de nuestras iniciativas hacia aquellas áreas que entendemos que son las nuestras".

Añadió que dicha reestructuración pasa por una reducción de los costes de explotación, "y si tres cuartas partes de estos costes son de personal", precisó, "habrá que reducir plantillas dentro de las condiciones que impone la ley".

Desde que se produjo la fusión del Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, el BBV ha seguido una práctica de reducción de plantillas, que ha supuesto una baja de más de .000 empleos en dos años y el cierre de unas 400 oficinas.

LOS BENEFICIOS

En 1990, el banco consiguió unos beneficios netos de 101.334 millones de pesetas, un 5 por ciento más que el año anterior, situando los fondos propios en 524.309 millones.

La entidad destinó 36.500 millones de pesetas al reparto de dividendos, lo que supondrá 158 pesetas por acción, un 7,2 por ciento más que en 1989.

A fecha 31 de diciembre del año pasado, los depósitos del BBV habían crecido un 12,5 por ciento respeto al ejercicio precedente, tres puntos por encima del conjunto del sistema bancario, debido fundamentalmente a los recursos obtenidos con la supercuenta "BBV plus" y del "libretón". La supercuenta captó cerca de 500.000 millones de pesetas y el "libretón", en sus primeros ocho meses de funcionamiento, 264.000 millones de pesetas.

En conjunto, el banco superó la cifra de 8 millones de clientes, de los que un millón abrieron un "libretón" en 1990 y en torno al 50 por ciento de éstos no eran clientes aneriores.

El activo total del banco llegó a los 8,4 billones, un 9,8 por ciento más que en el ejercicio anterior, mientras que los fondos propios se situaron en 524.309 millones de pesetas.