En su última carta pastoral, Elías Yanes indica que las leyes favorables al aborto y la eutanasia conceden al más fuerte, "por ser el más fuerte, el derecho a eliminar al ser humano más débil e indefenso".

El prelado equipara la eutanasia al aborto voluntario, y asegura que en ambos asos "se ha producido una alarmante insensibilidad o ceguera moral en la segunda mitad de este siglo que está a punto de concluir".

El arzobispo de Zaragoza denuncia que las legislaciones han evolucionado hacia la permisividad, desde la despenalización hasta el aborto libre en la práctica en el caso de la interrupción voluntaria del embarazo.