La unidad que dirige Olivares fue la primera en llegar hasta el avión siniestrado y éste relató, en rueda de prensa en el aeropuerto, que el lugar era como "un campo de batalla. Era un enorme amasijo de chatarra. Lo primero que hicimos fue echar espuma y después comenzar a rescatar a supervivientes y fallecidos".

"Lo más duro", señaló Olivares, "fue rescatar a los muertos. Esta misma mañana, gracias a Dios, hemos rescatado el cuerpo del último bebé que quedaba por encontrar, así como el cuerpo de un adulto. La situación era tremendamente extrema".

Olivares señaló que las unidades de bomberos siguen trabajando tanto para la comisión de investigación como en tareas de mantenimiento para que el aeropuerto de Madrid esté operativo al 100%.

Por último, Olivares dió el pésame a todos las familiares de los fallecidos en este accidente aéreo.