Xosé Cuiña aseguróhoy en Santiago que el Gobierno gallego no modificará ni un milímetro de la polémica escollera construida en la desembocadura del río Eo, entre Asturias y Galicia. El Ejecutivo asturiano estima que la obra lesiona sus intereses al modificar las corrientes del agua.

Cuiña manifestó que la Xunta se limitará a esperar y añadió que, tras el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, se acatará la sentencia.

El responsable de Obras Públicas del Gobierno gallego dijo que las primeras noticias del desontento asturiano sobre la obra en el puerto de Ribadeo llegaron prácticamente con el anuncio del recurso, y no cuando su departamento estaba ejecutando las obras.

Después de despachar con Manuel Fraga por primera vez después de las vacaciones veraniegas, Cuiña afirmó hoy que ni Renfe ni el Ministerio de Obras Públicas pueden tratar de obligar a los gallegos a gastar fondos que precisan otras infraestructuras para mejorar unos servicios e instalaciones ferroviarias que han estado mal gestionadas históicamente.