El Parlamento gallego comenzó hoy a discutir este proyecto, que en el caso de los casinos no entrará en vigor hasta que el Ejecutivo autonómico lo decida por decreto. Todos los partidos políticos de la oposición pidieron la devolución del proyecto de ley, al entender que debería tener un carácte más disuadorio.

El portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Xosé Manuel Beiras, opinó que el nivel de juego en el país "es intolerable y tiene la función alienadora que tenía el fútbol en tiempos de Franco". A su juicio, la ley redactada por la Xunta es permisiva y estimula el juego del bingo.

El Partido Socialista presentó un texto alternativo en el que aboga por un recargo del 10 por ciento en el juego del bingo, del 15 por ciento sobre las máquinas recreativas -que en el texto de la Xuna quedan exentas de cualquier gravamente- y del 10 por ciento sobre los casinos.

Sin embargo, este texto alternativo fue rechazado por el Grupo Parlamentario Popular, con el respaldo absoluto de la Cámara, exceptuado el PSOE.