Este plan de gestión, que está previsto que la junta apruebe en enero de 2007, acabaría con el límite establecido hasta ahora entre las regiones situadas al norte y sur del Duero fijado en los años 90 y según el cual la caza del lobo se limitaba a la zona norte.

Según señaló a Servimedia el responsable de Especies de WWF/Adena, Luis Suárez, es cierto que en los últimos años esa línea divisoria ha quedado "completamente obsoleta" ya que hoy en día la población de lobos se ha extendido hacia el sur del país y cruza la línea del Duero con total facilidad.

En su opinión, la nueva realidad hace necesario plantear "un único modelo de gestión" para todas las regiones afectadas por la presencia del lobo que atienda los importantes daños que ocasionan para la ganadería.

Lo positivo, señaló Suárez, es que la Junta de Castilla y León ha tratado de contar con todos a la hora de elaborar dicho plan de gestión. "Lo negativo", añadió, "es que en el plan prima una gestión muy dura basada en permitir la caza del lobo".

MEDIDAS DISUASORIAS Y COMPENSATORIAS

El deseo de WWF/Adena es que se insista más en apostar por medidas disuasorias de ataques y compensatorias para los ganaderos y que se encuentre el equilibrio entre defender la ganadería sin acabar a su vez con el lobo.

Para ello, Suárez reclamó que se intensifique el control de las autorizaciones que se otorgan para la caza y que se supervisen los permisos que se conceden, teniendo siempre en cuenta el mantenimiento de la población e incluso su expansión.

Otra cuestión que WWF/Adena considera importante es la posibilidad de flexibilizar la normativa sobre la presencia de animales de ganadería muertos (intensificada por la enfermedad de las vacas locas), ya que los ecologistas consideran que una mayor disponibilidad de estos recursos también influye en los ataques al ganado doméstico.

"La disponibilidad de carroña es importante tanto para las múltiples aves carroñeras que habitan en España como también para el lobo ibérico", concluyó.