Según WWF hay muchas fincas que han modificado el uso del suelo, en su mayoría de forestal a agrícola y también hay numerosos cultivos de secano han sido transformados en regadío.

"De seguir así, este Parque Nacional corre el riesgo de quedarse en un futuro no muy lejano sin agua y sin suelo", sostiene WWF.

Por todo ello, la organización pide a la Junta de Andalucía que se eliminen las hectáreas transformadas de forma ilegal y que se pongan en marcha las medidas necesarias para terminar con el uso ilegal del suelo y evitar el aumento de la superficie de regadío.