"Hasta hace unos años estudiábamos la afectación que sufrían personas que trabajaban en un medio muy ruidoso y esos mismos problemas ahora los vemos en los jóvenes que se ponen los auriculares durante muchas horas y a un volumen excesivo", explicó.

El doctor De la Cruz, que ha participado en un curso de la Universidad de Navarra, señaló que en su país los otorrino han pedido a los fabricantes de 'walkman' que reduzcan el volumen máximo de los aparatos para proteger a los consumidores, "pero hasta ahora no hemos tenido éxito".

También recordó que en los últimos 20 años se han conseguido mejorar los sistemas de diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades del oído. En estos momentos, su equipo trabaja en el tratamiento de la sordera congénita, los implantes cocleares, y la base genética y molecular de algunas enfermedades que producen tumores.

Para realzar su investigación, el instituto cuenta con un banco de huesos del oído de más de 3.000 personas que habían sido tratadas con anterioridad en el centro. El análisis post-morten, junto con la historia clínica, permite estudiar la evolución de la enfermedad, los aciertos y errores cometidos.