El partido de Santiago Abascal plantea esta cuestión en la propuesta de resolución número 6 que ha presentado en el marco del Debate sobre el estado de la Nación. En esta iniciativa se formulan una serie de ideas para “la consecución de una verdadera separación de poderes y un auténtico respeto a las instituciones públicas”.

En concreto, Vox defiende que las leyes no sean revisadas por “un órgano político y politizado” como el Tribunal Constitucional y que el que se construya en el futuro “resuelva las sentencias del máximo interés nacional con celeridad”.

Por este motivo, se habla de “impulsar la transformación del Tribunal Constitucional en una nueva sala del Tribunal Supremo, siguiendo el nombramiento de sus miembros el mismo procedimiento que el de los magistrados del Tribunal Supremo”, que son elegidos por el CGPJ.

QUE LOS FISCALES NO INSTRUYAN

La idea de Vox es que los magistrados del futuro Constitucional deberían ser designados por un CGPJ independiente. Por ese motivo, Vox quiere que 12 de los vocales del Consejo que corresponden al turno judicial sean elegidos directamente por los jueces, lo que implicaría que su ratificación última no dependiente de un pacto entre los partidos.

Otras propuestas de Vox son que las causas penales las sigan instruyendo los jueces y no los fiscales, algo que pretende el Gobierno con su anunciada reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Al mismo tiempo, el partido de Abascal plantea recuperar “de forma inmediata” las competencias de la administración de justicia en Cataluña, País Vasco, Baleares y Valencia. Se buscaría con ello eliminar “barreras lingüísticas” y la movilidad de los jueces por toda España.