El Barómetro elaborado sobre un trabajo de campo de 7.131 entrevistas, realizadas entre el 7 y el 22 de enero en 934 municipios de las nueve provincias y a cuyos resultados se atribuye un margen de error del 1,2%, revela también que un 7,4% de los votantes de la candidatura de Francisco Igea se pasarían ahora a la del socialista Luis Tudanca y que otro 6,5% se inclinaría por la de Vox.

Los cruces por sexo, edad, tamaño del municipio y recuerdo de voto del estudio preelectoral del CIS no muestran grandes diferencias respecto a las tendencias en todo el país. Las mujeres y los jóvenes se inclinan más por el PSOE que por el PP y viceversa, mientras que España Vaciada no termina de eclosionar en las localidades menos pobladas, como podría suponerse de su objetivo declarado.

La fidelidad de voto de las tres grandes candidaturas estatales oscila entre el 72,8% del PSOE y el 66% de Unidas Podemos (en este caso, comparando la candidatura conjunta con las de Podemos e IU por separado en 2019), pero todas ellas se quedan muy lejos del 82,4% que lucen los electores de Unión del Pueblo Leonés, partidaria de la independencia respecto a Castilla y al que el Barómetro le pronostica un salto desde su solitario procurador actual hasta los 2 ó 3.

En cuanto a las transferencias de voto, además de las procedentes de Ciudadanos, destaca el 14,2% de exvotantes de Podemos y el 11,8% de IU que se pasarían al PSOE, nada compensados por el 3,9% de antiguos electores socialistas que harían el camino inverso. Algo más equilibrados quedan los trasvases entre PP y Vox, pero en favor de los populares, que arañarían el 14,8% de los votos de su rival y sólo le cederían un 11%.