Fontaine aboga por la creación de un estatuto europeo de jóvenes voluntarios, que establezca un marco jurídico específico reconocido en los países de origen y en os que la acogida, con el fin de garantizar a los voluntarios las mismas condiciones de movilidad que a los demás ciudadanos de la Unión Europea (UE).

La Comisión y los estados miembros velarán para compatibilizar el programa con las demás acciones dirigidas a los jóvenes y para coordinarse con los servicios civiles nacionales sin tener como efecto restringir los empleos remunerados potenciales o existentes, además de favorecer la cooperación con ONGs que actúen en todos los ámbitos.

Según la prouesta de Fontaine, la Unión Europea dará prioridad a los voluntarios de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, ampliando el límite de edad hasta los 29 para aquellos que ejerzan su servicio voluntario en países en vías de desarrollo.

La Comisión, los estados miembros y los países asociados garantizarán que los jóvenes tengan una preparación lingüística y cultural suficiente para su integración en el país de acogida y se estudiará la posibilidad de la participación de nacionales de terceros esados en proyectos desarrollados en el seno de la UE.

Asimismo, gozarán de la exención fiscal de los gastos y dietas recibidos en concepto de desplazamiento, alojamiento y subsistencia durante el período del servicio.