La vivienda usada tipo en el mercado inmobiliario español es un piso situado en un bloque, con tres dormitorios, de unos 127 metros cuadrados y con un precio de venta que supera los 220.000 euros.

Sin embargo, el coste medio en algunas regiones está muy por debajo de los 200.000 euros, como en Extremadura (122.400 euros), Galicia (156.000), Castilla y León (161.300) y Castilla-La Mancha (173.400 euros).

Estos precios contrastan con los de otras comunidades en las que el precio incluso supera los 300.000 euros. Este es el caso del País Vasco y Madrid, donde el coste medio de una vivienda de segunda mano es de 383.600 y 357.400 euros, respectivamente.

El precio por metro cuadrado en Extremadura es de "sólo" 881 euros, mientras que en el País Vasco supera los 3.000 euros (3.086 euros).

Sin embargo, en lo que se refiere a las dimensiones de los inmuebles la situación es la contraria, ya que los pisos extremeños son los más grandes y los vascos se sitúan en la media nacional.

Así, la clasificación de viviendas de segunda mano más amplias está encabezada por Extremadura, con una media de 151 metros cuadrados, seguida de Castilla-La Mancha, con 147 metros cuadrados, y Galicia, con 146 metros cuadrados. Los pisos más reducidos son los de La Rioja (114 metros cuadrados de media), Asturias (115 m2) y Cantabria (117 m2).

El perfil más común de la vivienda usada en venta en España es un piso situado en un bloque (46% de los casos) y con tres habitaciones (38%). El segundo modelo más común es el de chalé (13%).