Durante la sesión de control al Gobierno, Montoro resaltó que el Ejecutivo "está centrando sus esfuerzos a la hora de facilitar" el acceso a la vivienda en alquiler, para lo cual ha reformado el IRPF con el objetivo de crear un marco fiscal "especialmente beneficioso" para los arrendamientos.

Montoro defendió que "el Gobierno es más que sensible" con este probema, como lo demuestra, a su juicio, la reducción en un 95% de la base imponible en el Impuesto de Sucesiones por herencias entre padres e hijos de la vivienda habitual, o a través del Impuesto sobre el Patrimonio, de forma que no se paga por los primeros 150.000 euros en la primera vivienda o dejando exentas desde 2001 las primeras copias de las escrituras en la cancelación y modificación de hipotecas.

Se han llevado a cabo "importantes mejoras fiscales en el ámbito de la vivienda", destinando a esteapartado 4.800 millones de euros este año, lo que supone "un considerable esfuerzo fiscal".

El portavoz de Economía y Hacienda de CiU, Josep Sánchez Llibre, reclamó al Gobierno que elevara de cuatro a siete años el plazo de vigencia de las cuentas de ahorro vivienda, a lo que Montoro se opuso, defendiendo las medidas tomadas ya por el Ejecutivo.

Sánchez Llibre incidió en que en cinco años el precio de la vivienda se ha elevado un 70%, lo que hace necesario aumentar el plazo de las cuentas viviend "para evitar que los ahorros sean víctimas del boom inmobiliario".

El diputado de CiU resaltó que el tiempo para pagar una hipoteca ha pasado de 12 a 18 años, por lo que reclamó la "sensibilidad" del Gobierno. Ante la negativa de Montoro, Sánchez Llibre adelantó que presentará una proposición no de ley para instar al Ejecutivo a elevar la vigencia de las citadas cuentas ahorro vivienda.