EL VIVERO INSTALADO POR ADENA Y EL FAPAS PRODUJO 160.000 ARBOLES AUTOCTONOS EN EL PRIMER AÑO DE ACTIVIDAD

MADRID
SERVIMEDIA

El vivero instalado por la Asociación de Defensa de la Naturaeza (Adena/WWF) y el Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) en la localidad albaceteña de Villamalea, ha producido 160.000 árboles de 70 especies diferentes en su primer año de funcionamiento, en un espacio de tres hectáreas.

Esta iniciativa, que las dos asociaciones conservacionistas promovieron para recuperar la cubierta vegetal de nuestro territotio, ha permitido ya reforestar algunas zonas de la cordillera cantábrica, a la que, en enero pasado, trasladaron unos 20.000 rbustos de ese vivero albaceteño.

Con estos 20.000 arbustos y árboles autóctonos, entre los que figuraban nogales, robles, cerezos silvestres, endrinos y tilos, los promotores del proyecto quieren ampliar la gama alimenticia natural de las zonas habitadas por el oso pardo.

El objetivo era amortiguar, así, la actual dependencia de esos plantígrados hacia los alimentos vinculados a la actividad humana (ganado, prados, cultivos, residuos orgánicos, etc).

Según confirmaron sus responsables, las revisiones del vivero de Villamalea para este año aspiran a ampliar a 20 hectáreas el terreno en explotación, con lo que creen que podrán obtener unos tres millones de plantones, que destinarían a grupos ecologistas e instituciones públicas que afronten campañas de repoblación.

Entre los beneficiados por la actividad de este vivero durante el pasado año, figura la organización conservacionista portuguesa Fapas, algunos de cuyos componentes visitaron Villamalea donde obtuvieron un cargamento de árbolespara repoblar el Parque Nacional de Peneda-Geres y su entorno.

El lote entregado a la organización lusa incluía una de las especies más raras, escasas y amenazadas de la península: el loro (Prunus lusitanica).

Además de la reproducción de plantas autóctonas, los técnicos del vivero emprendieron diversas actividades de reforestación directa, como las practicadas en la ribera del río Cabriel y La Serna, en la serranía alta de Cuenca, donde pretenden potenciar los bosques de tilos más meridionales d Europa.

(SERVIMEDIA)
27 Mayo 1991
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