Los dos acusados se presentaron impecablemente vestidos en la sala del juzgado de lo penal número 2 de Ibiza, siendo Hegazy el primero en prestar decaración sobre cómo se produjo la detención.

En su versión dijo que en ningún momento contestaron a la policía. Su relato fue el siguiente: por la mañana los dos acusados preguntaron por una calle a un guardia civil y este les respondió sin ningún problema. Por la noche volvieron a cruzarse con él y le saludaron, lo que fue mal interpretado por el guardia, Manuel Sánchez Infantes, que le pidió la documentación.

El guardia civil les llamó "italianos de mierda", siempre según esta versión, y cuando egazy le enseñó la documentación la tiró al suelo y fue entonces cuando comenzó una pelea entre todos.

La versión del guardia civil Sánchez Infantes es totalmente distinta: sospecharon de los dos acusados al observar que intercambiaban "cosas" y pensando que podían ser estupefacientes, les pidieron la documentación en inglés. En ese momento fue cuando le saludó uno de los acusados, lo que no fue bien interpretado por el miembro de la benemérita, y empezó la disputa.

El juez ha desestimado como preba una fotografía presentada por la defensa en la que los acusados aparecían junto a varios guardias civiles y en donde se asegura que éstos les pedían disculpas por lo ocurrido.

En las conclusiones el ministerio fiscal solicitó dos meses de arresto mayor y multa de 100.000 pesetas para cada uno de los acusados y también cinco días de arresto por un delito de faltas. El fiscal entiende que al no haber testigos fiables se debe suponer que la Guardia Civil actuó bien. La defensa por su parte pidió la asolución.

Además de este juicio, hay otra causa abierta en el juzgado de instrucción número 2 de Ibiza por una denuncia presentada de los implicados contra la Guardia Civil por los mismos hechos, de los que se hizo eco en su momento la organización Amnistía Internacional.