VISTO PARA SENTENCIA EL JUICIO DEL "CASO MANCHA REAL"

JAEN
SERVIMEDIA

El fiscal pidió hoy 42 años de cárcel para los cuatro presuntos implicados en la muerte de Angel Arroyo, durante una pelea entre gitanos y payos en un bar de Mancha Real (Jaén), suceso que desencadenó un brote de violencia en la localidad contra las familias gitanas.

El juicio contra Julio Romero; su padre,José Romero; su madre, Antonia Amador, y su primo Antonio Romero Cortés, que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Jaén, quedó hoy visto para sentencia tras la lectura de las conclusiones de cada una de las partes.

En esta segunda jornada de la vista oral, el abogado defensor, Carlos García Cabrero, renunció al testimonio de más de 20 testigos que en principio había llamado a declarar, entre los que destaca el gobernador Civil de Jaén, Joaquín Iñiguez.

En sus declaraciones, los peritos y fornses aseguraron que el cuerpo de Angel Arroyo presentaba siete heridas producidas por dos armas: un cuchillo y unas tijeras, así como heridas causadas por un instrumento contundente.

El acusador particular, el abogado de la familia Arroyo, ha solicitado 112 años de prisión para los cuatro enjuiciados y una indemnización superior a los 30 millones de pesetas, por considerar que hubo asesinato al existir premeditación en el delito.

Por su parte, el abogado defensor de la familia Romero, García Cabrro, exigió la libre absolución para los acusados, por estimar que los cuatro implicados actuaron en legítima defensa.

Los hechos juzgados ocurrieron en la madrugada del 18 de mayo de 1991, cuando la familia gitana se presentó en el bar "El Cabrero", propiedad del fallecido, al que habían amenazado varias veces. Arroyo intentó impedir el acceso al local a uno de los procesados, lo que provocó la pelea en la que fue apuñalado.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 1992
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