El Papa añadió que esta "pseudocultura" "no ofrece más ideales que la lucha por los propios intereses o el goce narcisista", y alertó sobre el deterioro de a vida familiar, como lo demuestra el incremento de las separaciones y divorcios y la exclusión de la natalidad, incluso recurriendo al "abominable crimen del aborto".

Sobre unas 100.000 personas procedentes de diferentes puntos de la geografía española y de Portugal acudieron hoy a la misa oficiada por el Papa en la citada avenida de Andalucia, en la que fue asistido por 9 cardenales y 45 obispos.

"Es cierto que el hombre puede excluir a Dios del ámbito de su vida", dijo, "pero esto no ocurre singravísisma consecuencias para el hombre mismo y para su dignidad como persona".

Además, señaló que "el alejamiento de Dios, el eclipse de los valores morales, ha favorecido el deterioro de la vida familiar, hoy profundamente desgarrada por el aumento de las separaciones y divorcios, por la sistemática exclusión de la natalidad, incluso a través del abominable crimen del aborto".

Sus palabras también tuvieron en cuenta la situación de los ancianos, que cada vez más son abandonados o "privados del alor familiar y de la necesaria comunión intergeneracional".

Este orden de valores que impera en la actualidad, repercute de "forma gravísima en los jóvenes que son hoy "objeto de una sutil manipulación, y no pocos de ellos víctimas de la droga, del alcohol, de la pornografía y de otras formas de consumismo degradante que pretenden vanamente llenar el vacío de los valores espirituales con un estilo de vida orientado a tener y no hacer", añadió.

PETALOS DE FLORES Y CUPONES DE LA ONCE

Juan Pabl II inició la jornada de hoy temprano, a las 9.25 horas llegó al helipuerto que se habilitó en el colegio de los Hermanos Maristas. Diez minutos después entró en la Avenida de Andalucía en su "papamóvil", donde se encontraba el altar presidido por la imagen de la Virgen de la Cinta, patrona de Huelva.

En el recorrido que hizo por la citada avenida, el Pontífice fue recibido con una lluvia de papeles, pétalos de flores e incluso, cupones de la ONCE caducados.

En este acto estaban presentes los obipos de tres diócesis portuguesas, las de Faro, Evora y Beja.

El alcalde de Huelva, Juan Infantes, aprovechó la presencia del Papa para entregarle las llaves de la ciudad, mientras que desde la Fundación Juan Ramon Jiménez se le ha concedido peregil de plata.