El Papa, que fue recibido por un millar de escolares, afirmó durante el Rezo de Laudes que "el celibato os configura con Cristo virgen, esposo de la Iglesia, a la que se entrega plenamente para santificarla y hacerla fecuanda en la caridad".

A su juicio, el celibato permite a los sacerdotes presentarse ante el pueblo cristiano "cono hombres libres, con la libertad de Cristo para entregaros sin reserv a la caridad universal, a la paternidad fecunda del espíritu, al servicio indondicional de los hombres. La maduración de vuestra afectividad se realizará en vosotros en la medida en que acojaís a Jesucristo, pobre, casto y obediente".

Acompañado por 800 sacerdotes de la Comunidad Autónoma de Madrid, 500 religiosos y formadores de 42 seminarios de todo el Estado, su Santidad pidió a los futuros sacerdores que "no mireis, por tanto, lo que dejaís; mirad lo que recibis. No os quedeis en la renuncia, mird el don y contemplad la gracia recibida".

El Papa recordó que esta actitud no se adquiere automáticamente con el sacramento de la ordenación, "exige una pedagogía especial, cuyo desarrollo compromete todo el proceso de formación en el seminario".

"A esto", añadió, "os ayudará la experiencia de sacerdotes sabios y santos, la indispensable dirección espiritual, el trato con la gente entre la que iniciais vuestras primeras experiencias pastorales y natualmente la amistad que va surgiendo entre vosoros en torno a Cristo que os llama para ser sus amigos".

Juan Pablo II se refirió a lo que significa la vocación y señaló que "desde la eucaristía se comprende igualmente que toda participación en el sacerdocio de Cristo tiene una dimensión universal".

FORMACION ESPIRITUAL E INTELECTUAL

Esta particularidad es especialmente necesaria ante los horizontes inmensos que se abren a la misión de la Iglesia y ante los retos de la Nueva Evangelización y les pide que aprendan a ser maestros "en el arte d las artes", por lo que el seminario debe convertirse en una escuela de "formación sacerdotal en su sentido más profundo, basada en lo humano, lo espiritual, lo intelectual y lo pastoral".

El Papa incidió en la dimensión pastoral del sacerdocio que requiere, en su opinión, "una particular atención a los problemas del mundo actual"; a lo que añadió en unas palabras improvisadas que todos en la Iglesia son seminaristas, lo mismo que él, que continúa permanentemente aprendiendo.

El acto celebrado enel seminario concluyó con la canción compuesta para esta ocasión por el profesor Antón García Abril, con letra de Otero y Abad.

Los seminaristas realizaron posteriormente una colecta, organizada para financiar 10 bibliotecas de 10 seminarios de países hispanoamericanos, designados por el Papa.