Su Santidad fue recibido bajo la escalerilla del avión por los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, quienes le acompañaron hasta la tribuna de autoridades instalada en la pista del aeródromo, donde llegó subido en una peana móvil. Situado entre Don Juan Carlos y Doña Sofía, el Papa escuchó los himnos nacionales de El Vaticano y de España y procedió a pronunciar su discurso, en español, en el que deseó "para España y el mundo entero una paz fecunda, estable y duradera y una convivencia, dentro de la maravillosa diversidad de los pueblos".

El Papa tuvo palabras para los "momentos trascendentales" que vivimos para la consolidación de una Europa unida y pidió a los países que la forman que recuerden "sus ricas y fecundas raícescristianas".

FUTURO DE EUROPA

Juan Pablo II se mostró seguro de que España aportará en este proceso "el rico legado de sus raíces católicas, para una Europa que, desde la pluralidad de sus culturas, busca una unidad basada en unos criterios de búsqueda del bien integral de sus ciudadanos".

Su Santidad fue interrumpido en numerosas ocasiones por las proclamas de los asistentes, con lemas como "España está contigo", "viva Juan Pablo II", "se nota se siente, el Papa está presente" "Juan Pablo II t quiere todo el mundo" o "Juan Pablo, campeón, te queremos mogollón" y él correspondió diciendo sentir una "intensa emoción" por encontrarse de nuevo en esta "noble y querida nación".

En sus palabras, el Papa resaltó que "la paz es obra de la justicia, de la verdad, del amor y de la solidaridad" y "hace sentirse a los pueblos hermanos unos de otros".

Agradeció la presencia de todas las autoridades y personas que acudieron a recibirle, destacó que España es "un pueblo que a lo largo de su historiaha dado muestra de amor a Dios y al prójimo y de fidelidad a la Iglesia" y mostró su satisfacción por canonizar mañana a cinco "hijos de España".

CONDENAS AL TERRORISMO

Por su parte, el Rey Don Juan Carlos agradeció al Papa sus "reiteradas condenas del terrorismo, intrínsecamente perverso y nunca justificable", que padece España y su "aliento y solidaridad" hacia las personas que lo sufren.

El Rey definió a España como un país "moderno y fiel a sus tradiciones, orgulloso de su diversidad y plurlidad y de su tolerancia" y "un país que ha asumido la defensa de los derechos humanos".

Agradeció a Su Santidd el "aliento en los momentos difíciles" y por ser un "infatigable luchador de las causas más nobles" y un "sembrador del mensaje de paz, una paz que se funda en los cuatro pilares de la verdad, la justicia, el amor y la libertad"

Tras los discursos, saludaron y besaron la mano del Papa el presidente del Gobierno, José María Aznar; el de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varel; los presidentes del Congreso y el Senado, Luisa Fernanda Rudi y Juan José Lucas; los ministros José María Michavila y Federico Trillo-Figueroa, el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano; el presidente de la Comunidad madrileña, Alberto Ruiz-Gallardón; el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui; y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Antonio Moreno, entre otros.

También unos niños vestidos como los miembros de la Guardia Suiza, uno de ellos en silla de ruedas, saludron uno a uno a Su Santidad.

El Papa se dirigió a continuación hacia el Pabellón de Estado del aeropuerto, donde mantuvo un encuentro con los Reyes, y posteriormente se introdujo en el 'papamóvil' que le trasladó a la sede de la Nunciatura realizando un recorrido por las calles de Madrid, durante el que fue aclamado por miles de personas.