VISITA DEL PAPA. JUAN PABLO II DEFENDIO EN SU ULTIMO ACTO LA FAMILIA Y LA EDUCACION CRISTIANA FRENTE A IDEOLOGIAS QUE LAS NIEGAN
- En la misa de canonización del beato Enrique de Ossó arengó cntra el divorcio y el aborto
- Reivindicó en el acto más multitudinario de su visita el derecho a una escuela católica
- Insistió en que "este país necesita retornar a sus raíces cristianas" frente a la progresiva secularización
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El papa Juan Pablo II aprovechó el último acto de su visita a España, la misa en la que canonizó del beato Enrique de Ossó, para animar a los fieles a defender la familia cristiana, asada en la unidad del matrimonio y el rechazo al aborto, y el derecho a una escuela católica, en contra de "ideologías ciegas" que niegan su trascendencia y a los que la historia reciente se ha encargado de descalificar, en alusión al marxismo.
El Pontífice, que inició el acto multitudinario en la plaza madrileña de Colón sobre las 6 de la tarde, después de recibir al líder del PP, José María Aznar, pronunció una homilía en la describió el carisma del nuevo santo, originario de Vinebre (Tarragona) y emostró su versatilidad con los idiomas, ya que introdujo unas palabras en catalán.
Ante centenares de miles de personas que aguantaron durante horas altísimas temperaturas, Juan Pablo II exhortó a las familias españolas a "ser verdaderas iglesias domésticas" y les recordó que "son bien conocidos los problemas que en nuestros días asedian al matrimonio y a la institución familiar, por eso es necesario presentar con autenticidad el ideal de la familia cristiana, basada en la unidad y fidelidad del matrmonio, abierto a la fecundidad, guiado por el amor".
A su llegada a la plaza de Colón y durante el recorrido hasta este lugar, Juan Pablo II fue aclamado por cientos de miles de personas, muchas de las cuales lanzaron al aire papeles de colores y globos.
Juan Pablo II subrayó nuevamente su rechazo al aborto. "¿Cómo no expresar vivo apoyo a los reiterados pronunciamientos del Episcopado español en favor de la vida y sobre la ilicitud del aborto?", dijo.
Por ello, alentó a los fieles a "no desstir en la defensa de la dignidad de toda vida humana, en la indisolubilidad del matrimonio, en la fidelidad del amor conyugal, en la educación de los niños y de los jóvenes siguiendo los principios cristianos, frente a ideologías ciegas que niegan la transcendencia y a las que la historia reciente ha descalificado al mostrar su verdadero rostro".
EDUCACION CATOLICA
El Pontífice aprovechó también la labor educativa desarrollada por Enrique de Ossó para defender el valor que tiene para la Iglesia y pra la sociedad civil la educación, por lo que "es preciso que los padres y madres cristianos sigan afirmando y sosteniendo el derecho a una escuela católica, auténticamente libre, en la que se imparta un verdadera educación religiosa en la que los derechos de la familia sean convenientemente atendidos y tutelados".
El Papa hizo estos comentarios a raíz de que el nuevo santo, fundador de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, desarrolló una gran labor educativa y catequética y, "muy especialmente, dirigó su quehacer apostólico a la mujeres, conscientes de su capacidad para transformar la sociedad"
En la parte de la homilía pronunciada en catalán, indicó que hoy es un gran día para los tortosianos, porque "un hijo de la entrañable tierra catalana es proclamado santo", pero volvió a insistir en los peligros de la secularización de la sociedad.
"En nuestros días", dijo, "para afrontar con decisión y esperanza el reto del futuro, este país necesita retornar a sus raíces cristianas".
Y añadió: A medida que la visión de la vida es secularizada, la sociedad se deshumaniza más porque se pierde la perspectiva justa de las relaciones entre los hombres; cuando se debilita la dimensión trascendental de la existencia, se empequeñece el sentido de las relaciones personales y de la historia, y se pone en peligro la dignidad y la libertad de la persona humana, que sólo tiene Dios".
200.000 COMUNIONES
Para la misa se construyó un gran altar en una extensa plataforma que cubrió las dos grandes fuentesde la plaza de Colón y que llevaba incorporada en su interior tres sacristías, un ascensor y un garaje cubierto para la UVI. Sobre la plataforma se encontraban los invitados, enfermos, clero, coros y prensa.
En uno de los extremos de la plaza se levantó un gran prisma con la imagen de Enrique de Ossó en cada una de sus caras. Los centenares de miles de personas que acudieron al acto ocuparon el paseo de recoletos, parte de la Castellana, la calle Génova, la plaza de Colón, calle Goya y calle Jorge Jua.
Más de 1.300 sacerdotes colaboraron en la distribución de la Comunión, 300 de ellos pertenecientes a la compañía fundada por el santo. En total se repartieron unas 200.000 comuniones.
A la misa acudieron la infanta Elena, en representación de la Familia Real; el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra-Salcedo, y el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano. Entre el público se reservó una parte de las gradas para 150 enfermos -30 de ellos afectados de sida- y sus acompañantes.
Ente la multitud que asistió también se encontraban unas 700 hermanas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, congregación fundada por Enrique de Ossó en 1876. Igualmente, asistieron unos 37 sacerdotes de la diócesis de Tortosa, donde fue ordenado sacerdote el santo.
En total, esta compañía cuenta con 2.000 monjas que trabajan por todo el mundo, especialmente en Méjico, que fue el primer país donde extendieron su apostolado.
Este ha sido el último acto de la cuarta visita del Papa en España, el másmultitudinario junto al que celebró en Sevilla con motivo de la clausura del 45 Congreso Eucarístico.
Mañana está previsto que Felipe González despida al Pontífice, a las 10,30 de la mañana, en el aeropuerto de Barajas, acto al que también acudirá el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano.
(SERVIMEDIA)
16 Jun 1993