"En caso de que exista un cambio de Gobiern, como yo espero y deseo, España cumplirá rigurosamente sus responsabilidades y sus obligaciones internacionales con todas sus consecuencias", puntualizó el presidente popular.

Aznar indicó que su encuentro con Clinton había propiciado un "diálogo provechoso" durante el cual el presidente norteamericano dio muestras de conocer "perfectamente la situación española".

El líder del PP expresó a Bill Clinton su deseo de que las relaciones entre ambos lados del Atlántico sean "más intensas" y se refiri al sistema de Estados Unidos como ejemplo de alternancia política que desea para España.

Ambos dirigentes políticos se entrevistaron por espacio de 15 minutos en el pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas. Aznar asistió arropado por su equipo de expertos en temas internacionales, entre los que se encontraban Rafael Arias Salgado, Javier Rupérez, José María Robles Fraga y Rodrigo Rato.

El presidente Clinton no suele entrevistarse con líderes de la oposición en sus desplazamientos al extranjeo, pero previendo un posible cambio de Gobierno en España ha querido conocer los proyectos de Aznar en política exterior.

En esta breve conversación hablaron del futuro político de España, de las relaciones bilaterales y de Cuba, aprovechando que José María Aznar estuvo con la oposición a Fidel Castro hace pocos días. En este terreno, Clinton se mostró satisfecho por la alineación del PP con la línea dura que defiende Estados Unidos respecto a Cuba y contraria a la postura aperturista del Gobierno de onzález.

Bill y Hillary Clinton abandonaron España una hora después del horario previsto. La comitiva del presidente norteamericano salió ya con retraso del Palacio de La Moncloa, donde permaneció por espacio de tres horas y media, y se trasladó al pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas, de donde salió hacia Washington a la una y media de la tarde.

Allí fue despedido a pie de avión por el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana; el jefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa, y el secreario de Estado norteamericano, Warren Christopher, que también fueron los encargados de recibirle ayer a su llegada.