A su salida de la reunión con el pleno del Grupo Paramentario Socialista en el Congreso de los Diputados, Zapatero recordó que España es un Estado aconfesional, donde los únicos valores que debe tener en cuenta el gobernante son los "universales", al margen de las convicciones religiosas de un sector ciudadano.

"Mi partido (PSOE)", añadió, "es un partido laico en su historia, en su presencia y en su actuación de hoy en día".

Por último, el ministro para las Relaciones con las Cortes se reafirmó en que esa defensa de valores universales es "la actución de un gobernante en una democracia en este final de siglo".

El papa Juan Pablo II afirmó ayer en Roma ante los obispos de Valladolid y Valencia que España está invadida de un "neopaganismo" y exhortó a éstos a que hagan una "urgente" reacción contra la crisis de valores morales que afectan a la familia española.

Juan Pablo II citó como ejemplos de esa descristianización, en aras de un "malentendido" progresismo, el crecimiento de "la mentalidad divorcista" y el nulo crecimiento de la natalidd en España.

Por otro lado, el director para Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, Dionisio Llamazares, comentó hoy que el Gobierno no se dará por enterado de este tipo de críticas provenientes del jefe de Estado del Vaticano.