En una entrevista concedida a Servimedia, Friedman analiza también el problemapalestino, que asegura ver "desde muy lejos". "El pueblo palestino tiene derecho a tener su propio territorio, pero lo hubiera conseguido antes si no hubiera hecho uso del terrorismo y las piedras", recalcó.

Friedman, de 63 años, que reside desde hace 28 años en Madrid, donde vive con su hija y sus nietas, ha participado esta semana en un curso de la Universidad Complutense sobre "Racismo y xenofobia hoy", en el que pidió que "nunca se olvide la Historia, porque si la olvidamos es como si nos volviese a matar".

P: ¿No cree que Israel ha convertido los territorios palestinos en auténticos campos de concentración?

R: "No quiero hablar como judía de un problema que deben solucionar palestinos e israelíes. Sí creo que por desgracia hay extremistas en todos los paises, pero los territorios palestinos no pueden considerarse campos de concentración".

P: ¿Cree justo que los palestinos tengan su propio Estado? ¿Cómo analiza la última matanza de soldados israelíes en Líbano?

R: "Los palestino tienen derecho a tener su propio Estado, pero creo que debían haber luchado de forma pacífica: hubieran logrado antes su territorio si hubieran sido pacíficos, no con el terrorismo al principio y con piedras después. Sin embargo, creo que la violencia ha producido también una reacción poco correcta por parte de Israel.

Mis ideales son Martin Luther King, Ghandi y Desmon Tutú, todos ellos lucharon y luchan por causas justas, con armas pacíficas, y han logrado lo que querían y además con el respeto munial".

P: ¿Ha sido cazanazis alguna vez?

R: "No, nunca".

P: Su familia murió en Auswitzch y usted sobrevivió. ¿Han sido ajusticiados todos los responsables de los 11 millones de muertos del genocidio nazi?

R: "No, ni lo serán nunca. Pero creo que ya no son potencialmente peligrosos porque la gran mayoría ni siquiera viven ya. Yo tenía 13 años cuando entré en Auswitzch y los más jóvenes criminales de los campos tenían diez o quince años más que yo; creo que no pueden estar ya muy activos"

P: ¿Cuál ha sido el mejor testimonio en apoyo que ha recibido desde que abandonó los campos de exterminio?

R: "Hay hijos de grandes criminales de guerra que se han vuelto contra sus padres. El pasado 19 de abril se celebraron los 50 años del levantamiento del gueto de Varsovia, ese día lo llamamos los judíos 'Shoah' (horror). Varios hijos de criminales nazis fueron a Israel ese día y realizaron unas manifestaciones en contra del horror nazi.

Otro testimonio importante fue el de Billy Brandt que en público se arrodilló y dijo al pueblo alemán que pedía perdón en su nombre por todas las atrocidades producidas contra el pueblo judío".

P: La guerra yugoslava ha vuelto a levantar el fantasma del genocidio.

R: "Creo que lo que está ocurriendo en Bosnia-Herzegovina es una auténtica limpieza étnica y se podría acusar a la Comunidad Europea de haberse cruzado totalmente de brazos frente a ella. Yo me pregunto si Europa hubiera permanecido igualmente callada si los bosnios no hubieran sido msulmanes. Creo que no".

P: ¿Es partidaria de la pena de muerte para los criminales de guerra?

R: "Jamás aceptaría que se aplicara la pena de muerte a ningun ser humano. Pero dicho ésto, los criminales de guerra deberían permanecer en prisión el resto de sus días como un recordatorio de las barbaridades y el horror que algunas personas son capaces de hecer".

P: España ha sido su residencia en los últimos veintiocho años. ¿Cree que puede haber aquí un resurgimiento de la ultraderecha?

R: Creo que tiene un peligro callejero, de momento, y su forma de actuar es la desestabilización. Las organizaciones de ultraderecha niegan que tengan alguna vinculación con los grupos violentos, como los cabezas rapadas, pero lo cierto es que los utilizan como hacedores de esa labor de desestabilización social.

El peligro fundamental es que están tratando de infiltrar a personas a todos los niveles, como lo hacía Hitler en los años veinte; tienen algunos colaboradores a niveles bastante altos y a nivel cadémico cuentan con ciertos catedráticos que pueden tener influencia en la universidad y en los alumnos".

P: ¿Son políticamente peligrosos o sólo alborotadores?

R: "No tienen representación política, pero el peligro está siempre ahí y la calle se encarga de recordarlo".

P: ¿Se siente a gusto en España?

R: "Sí, España me gusta. Aquí tengo a mi hija, a mis nietas, y aquí he encontrado por fin la tranquilidad".