Elorza manifestó a la Ser que este asesinato ha sido un acontecimiento realmente inesperado y trágico, un acto "absolutamente injustificado, gratuito, dentro de lo que debiera ser un ambiente deportivo".

"Cuando una afición tan seguidora, enamorada de su equipo, como es la realista, encuentra con ocasión de este desplazamiento una víctima, la ciudad está en este momento bajo la trageda", aseguró.

Sobre la posible vertiente política de este suceso, el regidor donostiarra llamó la atención sobre el hecho de que grupos de "auténticos fanáticos" caminen hacia los estadios de fútbol como si desfilaran, portando esvásticas y banderas paramilitares y casi fascistas.

A su juicio, en esas circunstancias debería producirse una dura intervención, tanto por parte del club correspondiente como de las fuerzas de seguridad. "No es entendible", dijo, "cómo un supuesto aficionado al fútbol, pr muy fanático o aficionado que sea, puede llevar consigo una navaja y utilizarla en cualquier momento contra gente tranquila, pacífica, que va animando al equipo contrario".