Par ello, las industrias alimenticias habrán de potenciar la promoción de sus productos y la introducción de marcas diferenciadas en unos mercados muy cerrados y competitivos en los que España tiene actualmente muy poca presencia.

Así lo afirmó hoy Horacio González Alemán, director de Relaciones Internacionales de la FIAB, quien dijo que actualmente sus precios agrarios son más altos que los de la CE, lo que puede beneficiar al resto de países comunitarios.

Actualmente, la presencia española en esto países, que el 1 de enero iniciaron la negociación de adhesión, es claramente minoritaria, ya que los productos españoles representan el 1 por ciento de las importaciones.

Además, las exportaciones de estos países a España doblan las propias hacia ellos, en el mejor de los casos. Así, la tasa de cobertura de Austria es el 51 por ciento, la de Suecia el 33 y la de Finlandia el 36 por ciento.

Para González Alemán, el peligro de la incorporación de estos países es el corrimiento del equilibrio comuitario hacia el norte, con lo que España y los países mediterráneos pueden perder la posición que ostentan en defensa de sus intereses.

Por ello, González Alemán dijo que para un país industrial mediano la apertura de estos mercados "no será ninguna panacea", ya que tiene mayores ventajas en cuanto a calidad, etiquetado y normas medioambientales.

El experto de Relaciones Internacinales de la FIAB dijo que las negociaciones con estos tres países van a ser "muy difíciles", ya que aunque tienen en gan parte normalizada su legislación a la comunitaria, no existe una postura clara en la CE sobre la Política Agraria Común (PAC).

Según González Alemán, previamente a la entrada de estos países debería aprobarse el Tratado de la Unión Europea por parte de Dinamarca y el Reino Unido.