Arias Cañete compareió tras el Consejo para informar de la aprobación del proyecto de Ley del Vino, y destacó la "plena armonía" lograda entre esta normativa y el control del consumo.

"Se acepta una distinción cualitativa en el consumo de bebidas alcohólicas", explicó, de manera que la "Ley del Botellón" incluye un "régimen de restricciones y prohibiciones, que difieren en función del grado alcohólico", fijando como frontera los 20 grados y "así se distingue entre el vino, la cerveza y la sidra y el resto de bebidas alcoólicas".

El titular de Agricultura aseguró que estas exenciones afectan a la obligatoriedad para las bebidas alcohólicas de insertar leyendas en sus etiquetas con los riesgos del consumo y, por otra parte, permite al vino, cerveza y sidra realizar campañas de promoción del consumo, siempre que se insista en beber de manera moderada y controlada.

"En un proyecto de ley que trata de fomentar la calidad, el consumo moderado y la promoción, y había que armonizar las normas que, por una parte, tratan e garantizar la existencia de este cultivo en nuestro país, la apuesta por la calidad y la conquista de los mercados de la exportación, con la prevención del consumo inmoderado de bebidas alcohólicas", insistió.

VIÑA Y VINO

Arias Cañete recordó la importancia para España del sector vitivinícola, con una producción de 35 millones de hectólitros, para un consumo interno de entre 16 y 18 millones y el resto, con destino a la importación.

La normativa aprobada hoy establece un régimen de calidad delos vinos y de ordenación del viñedo, así como su designación, presentación, promoción y publicidad.

También se regulan los niveles diferenciados del origen y la calidad de los vinos, así como el sistema de protección, en defensa de productores y consumidores, de las denominaciones y menciones que legalmente les están reservados frente a su uso indebido.

La nueva Ley pondrá al día las regulaciones del viejo Estatuto de la Viña y el Vino de 1970 -por lo tanto anterior a la Constitución-, que preciaba de urgente revisión y adaptación a la nueva realidad española, marcada por la pertenencia a la Unión Europea y por el desarrollo del modelo autonómico del Estado.