La mayor cantidad de residuos se produce en la isla 10, donde se encuentran instalados el restaurante y los comedores de la villa, que genera casi el 90 por ciento de la basura.

Los desperdicios se depositan en las 500 bocas colectoras existentes en todo el recinto a modo de papeleras. Estas se encuentran en los rellanos de las viviendas y en la planta baja de los edificios.

Según el encargado de limpiezade la Villa, Jordi Vila, todos los residuos sólidos se recogen por este sistema, lo que permite que las calles del complejo residencial queden libres de contenedores, de forma que se evitan los malos olores y la aglomeración de basuras.

La red de bocas colectoras desemboca en un punto situado junto al área de Transferencia de Mercancías, donde los residuos son compactados en unos contenedores cilíndricos con capacidad para 15 toneladas de materia sólida.

Desde allí, los residuos son trasladados adiario hasta la planta incineradora del Besós. Este sistema de eliminación de basuras ha sido estrenado por la familia paralímpica, ya que durante los Juegos Olímpicos fue utilizado el servicio normal de recogida.