La aprehensión más importante tuvo lugar a las cinco de la madrugada del domingo en la playa marbellí de Los Minerales, después de la persecución que tres patrulleras del SVA realizaron sobre una patera sospechosa.

Los agentes de Vigilancia Aduanera aguardaron hasta que la patera alcanzó la costa para darle el alto, momento en el que los contrabandistas emprendieron la huida tirra adentro, abandonando 300 kilos de resina de hachís en la embarcación.

El otro alijo fue aprehendido sobre las once y media de la noche del sábado a la altura de Estepona (Málaga), tras un discreto seguimiento a una lancha rápida.

En esta ocasión, los narcotraficantes, al verse sorpendidos por el SVA, arrojaron parte del alijo al agua, emprendiendo la huida por mar hasta conseguir alcanzar las costas de Gibraltar, donde se refugiaron. Buzos del Servicios de Vigilancia Aduanera lograron recuperr los fardos, que contenían un total de 120 kilos de resina de hachís.

Según la valoración realizada por este cuerpo, la droga podría haber alcanzado un valor superior a los mil millones de pesetas en el mercado negro.