Vidrala financiará esta inversión con 4.000 millones de deuda bancaria, y se beneficiará, a partir de l996, de unos tipos deinterés bajos, además de una subvención de 800 millones de pesetas.

La sociedad calcula que, a partir de 1996, incremntará su capacidad en un 39 por cien. Esto supone un aumento de productividad importante, por cuanto la plantilla sólo aumentará en 60 trabajadores, desde los 492 empleados con los que cuenta en la actualidad.

Fuentes de la empresa comunican que la sociedad espera terminar el año con unas ventas de 10.800 millones y un beneficio neto de 1.450 millones de pesetas. La evolución del eercicio se ha visto favorecida por el tirón de la demanda, el aumento del precio del producto, la disminución de los gastos financieros y el descenso de la morosidad.

Para 1995, se espera un crecimiento de la demanda del 2 por cien. Dicho tirón ha incrementado los precios hasta las 46 pesetas por kilo, y Vidrala espera fijarlos en un entorno de las 49 pesetas por kilo a comienzos del 95.