Vidal declaró que "soy del PP y no sé que debo hacer en el Grupo Mixt", y pidió a los diputados de su partido "que no se precipiten y me pidan según qué cosas".

Joana Aina Vidal fue suspendida de militancia por un periodo de tres años por no acatar la disciplina de voto del grupo parlamentario y por criticar abiertamente al PP balear. La diputada votó en dos ocasiones con la oposición en cuestiones relacionadas con la creación de comisiones de investigación sobre la acción de gobierno sustentada por la mayoría absoluta del Grupo Popular.

"Tenía la alternativa de aatar la disciplina de voto o cumplir el programa electoral nacional del PP sobre la creación de comisiones de investigación", dijo la diputada. "Elegí cumplir el programa electoral y defender la transparencia porque, dada la situación excepcional y atípica que vive mi partido en Baleares, es mi obligación hacerlo".

La diputada mallorquina calificó de "increíble" que haya sido sancionada con una suspensión de militancia "por defender la transparencia y el programa del PP". "Creo que ya tengo bastante yno qué más me pueden pedir", aseguró en referencia a la reunión que el Grupo Popular celebrará el martes.

Según fuentes de la cúpula del partido consultadas por Servimedia, en dicha reunión se someterá a votación si se pide a Vidal que se vaya al Grupo Mixto. Una amplia mayoría de los diputados, según las mismas fuentes, es favorable a esta petición.

Ha mostrado públicamente su apoyo a Vidal y su disconformidad con que se le pida que deje el Grupo Popular el ex presidente del Gobierno balear Crisófol Soler y el ibicenco Joan Marí Tur, ambos diputados autonómicos.

Vidal pidió a los miembros del Grupo Popular "que tengan en cuenta la situación del PP y el compromiso con el electorado y con el programa". No quiso adelantar qué hará si le piden que se vaya al Grupo Mixto, aunque sí reiteró que no va a dejar su escaño. "Pido tranquilidad, sentido común y paz en las decisiones que vayan a adoptarse", aseguró.

El PP de Baleares vive sumido en una crisis permanente desde que Gabriel Cañellas dimtió como presidente de la comunidad autónoma y del partido en agosto de 1995 como consecuencia del escándalo del túnel de Sóller. Soler fue obligado a dimitir por su grupo parlamentario como consecuencia de las desavenencias con su política en el seno de su partido.