En declaraciones a Servimedia, Vidal-Quadras dijo que el discurso de Pujol contiene un elemento de "contrdicción flagrante", ya que, precisó, por una parte se afirma que las reivindicaciones nacionalistas son compatibles con la actual Constitución, y por otra que entramos en un proceso constituyente.

A su juicio, "este tipo de antinomias extrañas responde a la táctica de Pujol de siempre de tirar la piedra y esconder la mano. Lo que él plantea es una modificación fáctica de la Constitución por la vía falsa de los artículos 151 y 152 y por la modificación de leyes básicas del Estado".

El senador popuar subrayó que lo que pide Pujol es lo mismo que pide el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aunque de manera mucho más "disimulada" y "taimada", y ambas reivindicaciones, añadió, conducen a "acabar con el espíritu del año 78, que nos dio la vigente Constitución".

Insistió en que tanto Pujol como Arzalluz rompen con el pacto de 1978, con la diferencia de que el líder peneuvista lo hace de manera más abierta y brutal y el presidente catalán lo hace de manera más "disimulada" y "artera".

En cualquer caso, concluyó, ambos plantean lo mismo y lo hacen coordinada y simultáneamente, con el propósito de lograr que el Gobierno central y el conjunto de la sociedad española cedan a sus pretensiones.