Vidal-Quadras declaró a Servimedia que "es obvio que en un mercado único y en un espacio de libre circulación de personas, una gestión europea común de la inmigración es indispensable".

Según dijo, otros Estados miembros de la UE "han visto con muchísima preocupación" el proceso de regularización de inmigrantes que finalizó en España el pasado 7 de mayo.

A su juicio, esa "polémica" medida del Gobierno español, se adoptó de forma "unilateral y no ha sido consultada con los socios" europeos.

No obstante, aclaró que el Gobierno español lo que ha hecho en este caso es ejercer sus competencias en política de inmigración. "En cualquier caso, que la política de inmigración sea un factor positivo para la economía europea y no introduzca problemas sociales irresolubles, necesita, sin duda, de una gestión conjunta de las políticas de inmigración".

Finalmente, Vidal-Quadras comentó que a "corto plazo" el último proceso de regularización en España es "beneficioso", pero todavía está por ver si lo es a medio y largo plazo.

En este sentido, concluyó que la eficacia del proceso dependerá de "si dentro de dos o tres años volvemos a tener el mismo número de inmigrantes ilegales, en situación de precariedad, presionando nuestros servicios públicos y provocando problemas de inseguridad".